Continúa siguiéndose con mucha atención el nivel de las aguas del río Salado en la región por los diferentes municipios, aunque se aclaró que la actual inundación no se puede comparar hasta el momento con la del año 2015 cuando las superficies anegadas superaban el 60% de los campos y el agua sobrepasaba las rutas 57 y 41, entre otras, interrumpiendo el tránsito en varios sectores de las mismas. Tal situación, aseguran, no se producirá en esta ocasión.
Varios productores rurales de la zona han debido trasladar sus animales a otros campos por el anegamiento producido y los servicios de Defensa Civil de la zona se mantienen en estado de alerta.
