Establecer objetivos de una forma correcta es algo de suma importancia para el crecimiento y el avance de una empresa hacia el éxito. Es por esto que muchos equipos de trabajo hoy en día implementan los conocidos objetivos SMART que cambian desde un inicio las formas de hacer y pensar las cosas.
Tener las cosas bien definidas gracias al establecimiento de los objetivos smart cambian totalmente la visión con la que se comienza el trabajo y por lo tanto ayudan a fomentar y a sostener esa productividad que tanto se necesita. También es importante que las empresas aprendan a ir de a poco ya que el los grandes logros no se obtienen sin primero dar pasos pequeños precisos y acertados.
¿Qué son exactamente los objetivos SMART?
En primer lugar, los objetivos smart no se llaman así únicamente porque son una forma inteligente de dar el primer paso hacia una meta, sino que sus siglas se refieren a Specific, Measurable, Achievable, Relevant, y Time-Bound. Esto en español sería Específicos, Medibles (o calculables), Alcanzables, Relevantes y con Tiempo.
Son básicamente una forma diferente y más útil de establecer los objetivos en el ámbito empresarial y muchos otros ámbitos del desarrollo humano y científico. Utilizan la palabra SMART que quiere decir en español inteligentes ya que tienen el fin de ser más eficaces optando por un enfoque estratégico para no solo definir objetivos sino también poder hacerlos reales.
¿Cuál es la diferencia entre objetivos y metas?
Existe una gran confusión entre las palabras “objetivo” y “meta” ya que muchos las utilizan como algo similar pero la realidad es que para comenzar a utilizar el método SMART hay que primero saber diferenciar los dos conceptos.
Existen los objetivos SMART y las metas SMART. Por un lado la meta es aquello a lo que se quiere llegar en un futuro, algo más grande y general pero no por ello menos preciso ya que siempre hay que tratar de tener también metas alcanzables y bien definidas para saber qué es lo que se quiere. Los objetivos por otro lado son la forma en la que se establecen las cosas para poder alcanzar esas metas, algo que se tiene que hacer en el presente antes de la meta.
Hay que pensar también que tanto las metas como los objetivos no deben ser una idea de lo que se quiere lograr, sino más bien ser algo realmente específico que implique ponerse en marcha inmediatamente para lograrlo.
La importancia de la especificidad para la concretud del objetivo
La primera característica de los objetivos SMART es la especificidad, pero ¿qué es realmente un objetivo específico? Como digimon antes, no se puede concretar nada con una idea general de lo que se tiene que hacer, sino que se necesita de un objetivo específico que determine exactamente cómo se tiene que hacer eso.
Muchas de las razones por las que no se ven alcanzadas las metas en un futuro una vez que se las establece, es porque los objetivos en un inicio no fueron planteados de una forma específica. Esto aumenta el grado de dificultad para hacer posible alcanzar esa meta, ya que se ve todo el camino con más incertidumbre.
Los números importan: los objetos de una empresa siempre deben poder medirse
La forma más importante para hacer que los objetivos sean específicos, es darle lugar a los números. Para una empresa, los números son muy importantes, ya que justamente que crezca significa que puedan tener más ganancias, más clientes, etc. Para ello hay que organizar bien todos los números y medir detalladamente todo, comenzando por los objetivos.
No sirve de nada un objetivo que no especifique los números a los que se quiera llegar. Para esto sirven justamente las métricas especiales para poder conocer la situación desde la que se parte, monitorear todo y tener las cosas de una forma más tangible. Una vez que se utilizan estas métricas correctamente se puede armar el objetivo y la meta.
La posibilidad de lograr realmente el objetivo
Soñar despiertos no es algo malo pero tampoco hay que llevarlo al nivel extremo donde no se toman con seriedad y realidad las cosas dentro de una empresa. Obviamente que siempre se busca con una mirada positiva llegar a lo más grande, pero siempre hay que comenzar con la posibilidad que se tiene en el momento, la realidad en la que se está.
Relacionado con lo anterior, ninguna empresa quiere llegar a tener deudas en un futuro por querer algo que no se podía financiar, es por esto que partir desde objetivos posibles y reales hacia metas razonables es muy importante.
Relevante y realista, con los pies sobre la tierra
De la mano con lo que dijimos antes, un objetivo también tiene que ser relevante. Es un gran error tener muchísimas metas y objetivos juntos ya que al acumularse no se llega a lograr ninguno como en verdad se quiere.
Es por esto que hay que dar prioridades a ciertas cosas y establecer objetivos que sean de gran relevancia para la empresa teniendo en cuenta lo urgente y lo importante del momento. Puede ser de gran ayuda también tener en cuenta el Principio de Pareto y la técnica de Esfuerzo vs Valor percibido.
Siempre definir el tiempo adecuado
Por último está muy implicado también el tiempo. Como dijimos, las metas están pensadas en un futuro, pero los objetivos nos tienen que acercar en un tiempo actual a esa meta. El tiempo en una empresa es de gran valor tanto para los empleados como para los números, los clientes y todos los sistemas en conjunto.
Es por esto que es muy importante que los objetivos se piensen dentro de ciertos lapsos de tiempo para también poder lograr la productividad organizando los tiempos, los horarios y la cantidad de tiempo que se tiene pensada para cada cosa.
En conclusión, existen muchas formas de establecer objetivos en la vida, pero para el trabajo productivo dentro de una empresa, los objetivos SMART son de gran ayuda y permiten que se llegue realmente a las metas para el crecimiento de la empresa.