La Cámara de Diputados rechazó este miércoles los vetos del presidente Javier Milei a la Ley de Emergencia Pediátrica y a la Ley de Financiamiento Universitario, provocando una intensa y acalorada discusión en el recinto. El bloque del PRO mostró posiciones divididas, lo que refleja tensiones internas en la coalición oficialista.
Conflictos internos dentro del bloque del PRO
Durante la votación, se destacó el cruce entre la diputada Silvia Lospennato y su compañero de bancada Alejandro Finocchiaro. Lospennato adelantó su apoyo a las leyes, lo que generó una reprimenda pública de parte del jefe de bancada, Cristian Ritondo. Este episodio es representativo de la fractura que enfrenta el PRO, donde de los 35 diputados, nueve votaron en contra del veto a la ley del Hospital Garrahan y seis hicieron lo mismo con la ley universitaria.
El ambiente se tornó tenso cuando Finocchiaro, en un intento por comparar el Congreso argentino con el Parlamento británico, sugirió que algunos legisladores “podrían cruzar hacia las gradas de la banda populista”. Esto hizo que Lospennato se sintiera aludida y derivara en un intercambio verbal que fue captado por los medios presentes, intensificando el foco sobre las tensiones internas del bloque.
Resultados significativos en la votación de las leyes
En una sesión marcada por una masiva movilización fuera del Congreso, la Cámara de Diputados decidió rechazar los dos vetos presidenciales. La Ley de Emergencia Pediátrica fue aprobada con 181 votos a favor, mientras que la Ley de Financiamiento Universitario obtuvo 174 votos positivos. Ambas normas, que aseguran financiamiento para el Hospital Garrahan, ahora se dirigen al Senado, donde se anticipa un panorama adverso para la administración de Milei.
Estas leyes habían sido inicialmente sancionadas por amplias mayorías en agosto, pero vetadas de manera sorpresiva por el presidente mediante decretos emitidos este mes. Los legisladores que apoyaron el rechazo a los vetos provienen de diferentes bloques, incluyendo la UCR, Innovación Federal, MID, así como disidentes del PRO y exintegrantes de La Libertad Avanza.
Durante el debate previo a la votación, distintos referentes coincidieron en que los vetos eran un retroceso en derechos, afectando especialmente las áreas de salud y educación. En contraste, los del oficialismo argumentaron que las leyes comprometen el equilibrio fiscal, generando un “gasto desmedido e irresponsable”.