En el contexto actual, acelerar más de lo permitido en las rutas bonaerenses puede resultar en una multa de hasta 215.250 pesos. Sin embargo, si se aprecian agravantes, el monto podría ascender hasta 1.500.000 pesos. Este panorama se vuelve más relevante en la temporada alta de turismo, donde los casi 70 radares fijos y móviles distribuidos en las principales vías hacia la costa atlántica buscan evitar infracciones.
¿Cuántos radares hay y dónde están ubicados?
La ruta 2, principal acceso a los centros de recreo en la costa, cuenta con 20 puntos de control en ambos sentidos, además de cinco radares móviles que son trasladados según conveniencia. En total, casi medio centenar de equipos monitorean la velocidad de los vehículos en la zona.
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Desde el Ministerio de Transporte bonaerense se informa que están ajustando la cobertura de radares tras la última temporada de verano, aunque no se han detallado específicamente las ubicaciones. Resaltan que el objetivo principal de esta tecnología no es recaudar, sino aumentar la seguridad vial.
Implicaciones legales y políticas sobre la seguridad vial
Una reciente resolución judicial reafirmó la legalidad del uso de radares de control de tránsito en la provincia. Los fiscales Álvaro Garganta y Juan Pablo Masi confirmaron que no existen restricciones para la recaudación de fondos generados por estas infracciones. Esta decisión ha cobrado relevancia después de que se mencionaran casos de irregularidades en el sistema de multas, que llevaron a la renuncia de Jorge D’Onofrio, ex ministro de Transporte.
Las velocidades máximas a ser controladas varían entre 60 y 120 kilómetros por hora, dependiendo del segmento de la ruta. La ley estipula que las multas por exceso de velocidad oscilan entre 150 y 1.000 unidades fiscales, donde actualmente cada unidad se evalúa en 1.435 pesos.
Retos en la implementación de controles viales
La presencia de vehículos sin patente o con trámites pendientes ha sido señalada como uno de los principales desafíos en la gestión de tránsito. Además, los automovilistas han expresado su frustración con respecto a las multas, generando un malestar entre municipios cercanos que comparten rutas.
El Ministerio de Transporte ha anunciado planes para incorporar nuevos puntos de control en corredores con alto tráfico y antecedentes de siniestros. A medida que se desarrollan estas tecnologías, las autoridades buscan fomentar hábitos de conducción más seguros y responsables para evitar tragedias.