En respuesta al reciente salto del dólar y las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, la industria de los combustibles en Argentina ha experimentado un fuerte incremento en sus precios.
La marca Shell, operada por Raízen, confirmó esta tarde un aumento promedio del 37 por ciento en sus naftas y gasoil a nivel nacional. Se espera que otras marcas líderes en el mercado, como YPF, Axion y Puma, sigan con incrementos similares en las próximas horas.
Este ajuste en los precios se suma al 30% aplicado por todas las compañías el viernes pasado, justo antes de la asunción de Javier Milei.
Las empresas del sector petrolero habían anticipado esta mañana un aumento “inminente” en torno al 37%, y la confirmación llegó desde Shell.
Se proyecta que el sector continúe con incrementos “escalonados” en los próximos meses, con el objetivo de alcanzar un precio en surtidores equivalente a USD 1 por litro para el final del verano.
Esta estrategia busca compensar el retraso acumulado en los precios y mitigar el impacto de la devaluación. La visión de la Secretaría de Energía es que, a corto plazo, los precios sean “libres” y determinados de manera autónoma por las compañías del sector.
Este aumento en los precios de los combustibles plantea desafíos significativos para los consumidores y ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad. La evolución de la situación económica y las medidas que se tomen para contrarrestar estos incrementos serán clave en los próximos meses.
