banner ad

Tragedia en Tres Arroyos: Dos jubilados murieron por intoxicación con monóxido de carbono

Una dolorosa tragedia golpeó a la comunidad de Tres Arroyos, donde una pareja de jubilados fue hallada sin vida junto a sus dos mascotas, víctimas de una intoxicación con monóxido de carbono. El hecho ocurrió en una vivienda recientemente habitada por las víctimas, quienes se calefaccionaban con una garrafa de gas debido a la falta de conexión domiciliaria.

Las víctimas fueron identificadas como Mario Ferretti, de 84 años, y María Elsa Colman, de 76. Ambos fueron encontrados sin vida en la habitación principal, junto a su perro y su gato, también fallecidos. El gas letal, conocido como “el asesino invisible”, habría escapado de un artefacto de calefacción improvisado conectado a una garrafa.

Según informó La Voz del Pueblo, el hallazgo se produjo luego de que el hijo de Ferretti, al no poder comunicarse con ellos ni acceder a la casa, diera aviso a los Bomberos Voluntarios. Al ingresar al domicilio, los socorristas confirmaron el peor desenlace: todos estaban muertos.

Ferretti era una figura muy querida en el ámbito cultural de Tres Arroyos, reconocido por su pasión por la fotografía y su activa participación en peñas folclóricas y exposiciones de doma. Su partida, junto con la de su compañera de vida, causó un profundo pesar en la comunidad.

La vivienda no contaba con instalación de gas natural, lo que llevó a la pareja a utilizar métodos alternativos de calefacción. Las bajas temperaturas de los últimos días habrían motivado el uso continuo de una garrafa conectada a un calefactor, el cual sufrió una pérdida fatal.

Este tipo de accidentes son más frecuentes durante los meses fríos y, en muchos casos, podrían evitarse con medidas de prevención adecuadas.


El monóxido de carbono es un gas inodoro, incoloro y altamente tóxico. Puede acumularse en espacios cerrados cuando los sistemas de calefacción funcionan en condiciones inadecuadas o defectuosas.

Para reducir los riesgos, se recomienda:

  • Ventilar los ambientes todos los días, aunque haga frío.
  • No dormir con estufas a gas encendidas, especialmente si no cuentan con salida al exterior.
  • Evitar el uso de braseros, hornallas u hornos como sistemas de calefacción prolongados.
  • Revisar periódicamente estufas, calefones y calderas, con gasistas matriculados.
  • Instalar detectores de monóxido de carbono, que alertan ante la presencia del gas en el ambiente.
  • No obstruir rejillas de ventilación ni sellar ambientes herméticamente.

Este trágico episodio en Tres Arroyos pone de manifiesto la necesidad de reforzar las campañas de concientización sobre los peligros del monóxido de carbono, sobre todo en zonas donde el acceso al gas natural aún no está garantizado. La prevención puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Compartir este artículo