La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) ha llegado a un nuevo acuerdo paritario que prevé incrementos salariales para los trabajadores del sector, tras declararse en «estado de alerta y movilización». El pacto, firmado entre el sindicato liderado por Gerardo Martínez y los empresarios, establece una serie de aumentos para mayo y junio de 2025.
Detalles del acuerdo salarial
El acuerdo incluye un incremento salarial acumulativo que se desglosa de la siguiente manera:
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Mayo 2025:
- Aumento del 1,2% sobre los básicos de marzo 2025.
- Aumento adicional del 1% acumulativo sobre el resultado anterior.
- Junio 2025:
- Aumento del 1% acumulativo sobre los básicos vigentes a mayo 2025.
Además, se acordó el pago de una suma fija no remunerativa de entre $30.000 y $40.000 mensuales, dependiendo de la categoría de convenio, que se pagará en dos cuotas quincenales durante mayo y junio.
Cláusula de revisión y homologación
El convenio contiene una cláusula de revisión mediante la cual las partes se comprometen a reunirse el 17 de junio para evaluar las condiciones económicas y discutir posibles ajustes salariales. Este mecanismo busca garantizar la adaptabilidad del acuerdo ante la fluctuación de la economía.
El pacto espera homologación por parte del Ministerio de Capital Humano, lo que lo convierte en un asunto pendiente que podría tener repercusiones en la aplicación de los incrementos acordados.
Contexto de la negociación
La UOCRA había declarado un estado de alerta días antes de la firma del acuerdo debido a la falta de avances en las negociaciones salariales y a la creciente preocupación por la caída en la actividad del sector de la construcción. El sindicato expresó su descontento con las políticas económicas actuales del gobierno nacional, que han tenido un impacto negativo en el empleo y en las condiciones laborales del sector.
En este contexto, la UOCRA también hizo hincapié en su rechazo a cualquier intento del gobierno de imponer un techo paritario, dejando claro que las negociaciones deben ser exclusivas entre el sindicato y los empresarios. Este posicionamiento refleja una postura combativa, buscando asegurar que los trabajadores obtengan una recomposición salarial adecuada en medio de la inflación y la desaceleración económica.