Un caso en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca pone sobre el tapete un dilema ético y un vacío legal sobre la identidad de género.
Sucede que un femicida pidió el cambio de género porque “se autopercibe mujer”.
Jonathan Luna cumple condena por el crimen de Micaela Ortega, una niña de 12 años, ocurrido en el año 2016. Fue condenado a prisión perpetua por femicidio, pero ahora dice que se percibe mujer y que se llama Yoana Luna. Además, pide que le devuelvan su celular y que lo trasladen a una cárcel de mujeres.
Los abogados de Luna argumentan que el crimen no fue un femicidio sino un homicidio simple, ya que él también se siente mujer y que, por lo tanto, no hubo odio de género en su accionar. Sin embargo, esta postura ha sido rechazada por la familia de Micaela y por organizaciones feministas, que consideran que se trata de una burla y una falta de respeto a la memoria de la víctima.
El femicidio de Micaela
En el año 2017, la justicia de Bahía Blanca condenó a prisión perpetua a Jonathan Luna por femicidio y acoso sexual tecnológico contra la niña Micaela Ortega, perpetrado en 2016, a quien había engañado a través de la red social Facebook.
Luna, que en ese entonces tenía 28 años, fue condenado como “autor penalmente responsable de femicidio, violencia de género por alevosía y acoso sexual tecnológico”, según el veredicto del Tribunal Oral Criminal 2 (TOC2), integrado por los jueces Claudia Fortunatti, María Elena Baquedano y Eugenio Casas.
El Tribunal hizo lugar al pedido de la fiscal Rodolfo de Lucía y de la abogada de la familia de la niña asesinada, Fernanda Petersen, que en los alegatos solicitaron que Luna sea condenado a prisión perpetua.
La defensa del condenado había solicitado una pena de 20 años de prisión por el delito de “homicidio en ocasión de robo” y que Luna sea sometido a tratamiento psiquiátrico.
Micaela Ortega fue hallada muerta el 28 de mayo de 2016, en un descampado de difícil acceso en las afueras de esa ciudad bonaerense, luego de 35 días de búsqueda.
Según la investigación, Luna contactó a la niña en Facebook, red social en la que se hizo pasar por una adolescente de su edad y apeló a un perfil falso, bajo el nombre de “La Rochi de River”, para proponerle un encuentro y luego matarla.
Al momento del ataque, Luna estaba prófugo de la Justicia de Río Negro, luego de que el 20 de diciembre de 2014 violara una salida transitoria y se fugara a Bahía Blanca.
