¿Por qué se desaceleró el ritmo de vacunación por COVID-19 en Argentina?

Belén Hobaica

Desde la última semana de enero se redujo la aplicación de las vacunas un 36%. En la primera semana se aplicaron más de 2,9 millones de dosis. ¿Por qué se está dando una desaceleración en el suministro de las dosis?

Actualmente, el 77% de la población general de la Argentina tiene el esquema de vacunación completo, el 30% tiene además, una tercera dosis.

El plan de vacunación comenzó en diciembre de 2020 en nuestro país. Al comienzo el proceso fue lento debido a las demoras en la entrega de las vacunas. Sin embargo luego se aceleró entre julio y agosto con la aplicación de dosis para la población sin factores de riesgo diagnosticados.

En diciembre de 2021 las aplicaciones semanales aumentaron con la aplicación de la tercera dosis. Durante la primera semana de enero se batió récord en aplicación de las dosis con 2.942.768 a la semana. Sin embargo a partir de entonces las aplicaciones fueron en baja.

La última semana de enero sumó 1.893.309 dosis según el análisis del físico Jorge Aliaga de la Universidad Nacional de Hurlingham en base a los datos abiertos del Ministerio de Salud de la Nación. Lo que implica una reducción del 36% en las aplicaciones semanales.

Vaccination of senior person in hospital

Sin embargo el ritmo fue disminuyendo. Leticia Ceriani dijo a Infobae que:  “en la primera quincena de enero aumentaron las aplicaciones semanales de dosis por el pase sanitario, la suba de casos por Ómicron y porque la gente se fue a inmunizar antes de irse de vacaciones. Durante la segunda quincena fue bajando el ritmo, pero igualmente es una tasa buena de aplicaciones“.

¿Por qué razones bajo el ritmo de la aplicación de dosis semanales?

Esto se debería a diversos factores. Así lo expres´n Martín Hojman, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y de la Unidad Infectología del Hospital Rivadavia dde la ciudad de Buenos ires: “En diciembre, con la ola de casos por la circulación de la variante de preocupación Ómicron hubo más personas que se acercaron a vacunarse. También influyó que existiera un pase sanitario que habilita a actividades masivas si las personas ya están vacunadas”.

“En cambio -comentó– en enero hubo gente que se fue de vacaciones y muchos que tuvieron COVID-19. Hoy la recomendación para los que tuvieron la infección recientemente es esperar 90 días para aplicarse la tercera dosis. Entonces, ese tipo de situaciones pueden haber influido en que el ritmo de las aplicaciones semanales fuera más lento en las últimas semanas de enero”.

Si bien la mayoría de la población ha aceptado las vacunas aun hay diferencias entre los grupos según las edades:

  • Entre 50 y 59 años tienen el esquema de vacunación completo.
  • Las niñas y niños de 3 y 11 años son un grupo demorado, fala el 26% para recibir la primera dosis.

Los viajes por las vacaciones, que más personas tuvieran COVID-19 en enero, y que haya padres que aún no han llevado a sus hijos a vacunas han sido algunas de las razones por las cuales la campaña de la vacunación contra el COVID-19 pasó a ir más lenta durante las últimas semanas”, afirmó Gabriela Ensinck, médica e integrante del Comité de infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) a Infobae.

Finalmente Ceriani declaró a Infobae que: “En esta etapa del plan de vacunación, queda muy pocas personas por vacunar”, contó Ceriani a Infobae. “Estamos más preocupados por llegar a grupos específicos que por acelerar el ritmo en general del plan. En la provincia de Buenos Aires, organizamos este viernes la Noche de las Vacunas. Se hará vacunación en las escuelas según lo consensuado en el Consejo Federal de Salud. También falta que los adolescentes completen los esquemas de vacunación.”

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