El viaje hacia la Costa Atlántica es un ritual que comienza mucho antes de ver el mar. Para miles de turistas que transitan la Autovía 2, la elección de dónde detenerse es estratégica: define el humor del viaje, permite estirar las piernas y anticipa el disfrute de las vacaciones. En esta temporada 2026, la oferta se ha diversificado notablemente, mezclando los paradores históricos con nuevas propuestas gourmet y de autor.
Desde las clásicas medialunas de parador hasta quesos ahumados y sándwiches de campo, repasamos las paradas obligadas en Chascomús, Lezama, Castelli, Sevigné y Dolores que tenés que agendar en tu GPS.
Chascomús: El kilómetro cero del descanso
La primera gran escala se encuentra pasando el peaje de Samborombón, donde la tradición manda.
Atalaya (Km 113)

Es el ícono indiscutido de la Ruta 2. Parar en el Parador Atalaya es casi una obligación cultural para quienes buscan sus famosas medialunas de manteca horneadas a leña. Es ideal para un desayuno rápido y potente. El dato clave: la rotación es altísima, por lo que siempre encontrarás productos frescos. Si ves demasiada fila en el salón, la opción de “café al paso” suele ser mucho más ágil.
Entre Pueblos (Km 127)

A pocos kilómetros de distancia, Entre Pueblos ofrece una experiencia diferente, más rústica y contundente. Este parador se ha ganado la fidelidad de los viajeros gracias a sus sándwiches de matambre y jamón crudo en pan casero. Es la parada recomendada para quienes prefieren un almuerzo de campo, con precios competitivos y un ambiente menos industrializado que las grandes cadenas.
Lezama y Castelli: El circuito de quesos y naturaleza
En el corazón de la cuenca lechera y ganadera, estas localidades ofrecen paradas estratégicas antes de llegar a la mitad del camino.
La Matera (Lezama – Km 157)

Ubicado estratégicamente en Lezama, La Matera es el templo de los productos regionales. No es solo un lugar para comer algo al paso, sino para abastecerse. Aquí brillan los quesos de campo, salames, mieles y alfajores artesanales. Muchos turistas eligen esta parada para comprar la “picada” que consumirán al llegar a su destino en la costa. Sus sándwiches ruteros son abundantes y muy valorados.
Minotauro (Castelli – Km 183)

El Parador Minotauro es el favorito absoluto de las familias con niños. Su gran diferencial no es solo la gastronomía, sino el entorno: cuenta con una laguna trasera donde se pueden avistar flamencos, pavos reales y patos. Ofrece un salón comedor muy amplio, cafetería completa y baños que suelen destacar por la limpieza y la capacidad, un detalle crucial en días de recambio turístico.
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Café Queva (Castelli)

Una parada con identidad propia y mucha historia local. Café Queva mantiene la esencia del servicio de ruta tradicional. Es reconocido por la calidad de su cafetería y la pastelería. Es una opción más tranquila para quienes buscan escapar del bullicio de los mega-paradores y prefieren una atención más personalizada y un ambiente relajado para cortar el viaje.
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Sevigné y Dolores: Sabores gourmet y renovación
Acercándonos a Dolores, encontramos una de las joyas que más ha crecido en popularidad en los últimos años.
Santa Narcisa (Km 196.5 – Sevigné)

Esta parada se ha convertido en la favorita de los sibaritas de ruta. Santa Narcisa no es un parador convencional; es una fábrica de quesos y fiambrería de alta gama que ofrece una experiencia gastronómica superior. Su oferta es ideal para quienes buscan calidad por encima de todo:
- Quesos de autor: Son famosos por su Queso Azul Ahumado, la Trenza y el Cacciocavallo.
- Sándwiches Gourmet: Su sándwich de jamón crudo, queso, rúcula y tomates secos en pan de masa madre o ciabatta se ha vuelto viral entre los viajeros.
- Picadas para llevar: Ofrecen tablas de picadas premium listas para consumir, ideales para resolver la cena de la primera noche en la costa.
- Productos regionales: Dulces, conservas y embutidos de elaboración propia a precios de fábrica.
El clásico del final: Ama Gozua en Maipú

Ya en el tramo final, en el kilómetro 274, Ama Gozua sigue siendo la leyenda para los amantes de la carne. Famoso por sus bifes de chorizo con papas fritas y huevos, es el lugar donde los entendidos deciden almorzar si el viaje se demoró más de la cuenta. No tiene lujos, pero tiene sabor y tradición vasca.
Guía de Peajes 2026 y Sistema Free Flow
Para esta temporada, es fundamental salir a la ruta informado sobre los costos y las nuevas modalidades de pago que AUBASA está implementando en el Corredor del Atlántico.
Costos de Peajes (Temporada 2026)
Los valores han sufrido actualizaciones para el verano. Para autos (Categoría 2), los peajes troncales de Samborombón (Km 90) y Maipú (Km 273) tienen un costo aproximado que ronda los $6.500 a $7.000 pesos en hora pico (tarifas sujetas a ajustes mensuales por inflación). Es vital contar con saldo suficiente si usás billeteras virtuales vinculadas.
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La llegada del Free Flow: ¿Qué cambia?
El sistema “Free Flow” (flujo libre) es la gran novedad tecnológica que se está expandiendo en las rutas argentinas. Este sistema elimina las barreras físicas tradicionales.
- ¿Cómo funciona? Un pórtico con cámaras lee la patente o el dispositivo TelePASE de tu vehículo sin necesidad de que frenes.
- Dónde está activo: Se está implementando progresivamente. El peaje de Mar Chiquita (Ruta 11) es uno de los pioneros en eliminar barreras físicas completas en la zona, y se espera la transición gradual en los peajes de Ruta 2.
- ¿Qué pasa si no tengo TelePASE? Si pasás por un pórtico Free Flow sin dispositivo, las cámaras registrarán tu patente. Deberás ingresar a la web de AUBASA o TelePASE para abonar el cruce manual. Atención: Si no lo hacés en el plazo estipulado, la tarifa se duplica o se genera una multa automática.
La recomendación para este verano 2026 es viajar con el TelePASE activo y adherido a una tarjeta de crédito o billetera virtual (como Mercado Pago), ya que no solo agiliza el paso por Samborombón y Maipú (donde aún quedan barreras), sino que es el único método válido para los nuevos pórticos automáticos.
















