Ocho personas casi mueren intoxicadas por monóxido de carbono en hotel de Mar del Plata

Un grupo familiar de 8 personas, conformado por 3 adultos y 5 menores que se alojaban en el complejo Manantiales en Mar del Plata denunciaron que en el lugar se intoxicaron con monóxido de carbono y que se salvaron de milagro, gracias a la ayuda de vecinos del lugar.

“¡Un horror! Casi nos morimos con monóxido de carbono ocho personas, tres adultos y cinco niños, vacacionando en Torres de Manantiales”, escribió en su cuenta de Facebook Celina Piñero, una de las víctimas de la intoxicación ocurrida en el famoso apart hotel de la ciudad balnearia.

Celina relata en su cuenta de Facebook lo desesperante del momento sufrido: “Una chiquita de 4 años se desmayó y no despertaba, otra de 7 vomitó y otra convulsionó temblando y con dolor de pecho. Terminamos internados. Unos con 15% de monóxido de carbono en sangre, los más chicos 8/10 por ciento, y yo 25 por ciento”.

Fernanda Lissarrague era circunstancialmente vecina del departamento de las familias en el complejo y fue heroína en esta historia. Ella se encargó de auxiliar a los miembros de la familia antes de que el asunto concluyera en una tragedia.

“Escuchamos con una amiga los gritos y salimos para ver qué pasaba. Vimos que una mujer estaba tirada en el piso, que no se podía levantar, una chiquita estaba totalmente inconsciente, dos pudieron bajar solas, pero a una la tuve que arrastrar al ascensor y ahí pedí una ambulancia”, contó la vecina que los auxilió LA NACION.

“Pudimos bajar al lobby del hotel a esperar la ambulancia -continua el relato la mujer que socorrió a la familia- y la verdad es que desde el hotel no hicieron nada, salió una señora solamente para increparnos y decirnos que seguramente se habían intoxicado con la comida en algún lugar, que no podía ser intoxicación por monóxido”.

“Lo que causó la pérdida del monóxido fue un calefón que estaba en la cocina y tenía una ventanita cerca -cuenta Chiappe-. Yo todas las noches, mientras todos se bañaban, abría la ventanita y la última vez no lo hice. Y ahí fue que sufrimos la intoxicación”.

“Desde que pasó el hecho ellos están tratando de que el hotel reaccione, que hagan una inspección y la verdad es que ni le atienden el teléfono. Mandaron una carta documento y no les dan bolilla. La desesperación de ellos es que empieza la temporada ahora y le puede pasar a otra familia”, cuenta Lissarrague.

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