
Se trata del edificio que perteneció a la Primaria 9, hasta que dicho servicio se mudó al inmueble de calle Bahía Blanca, en el barrio Gallo Blanco, en donde funciona actualmente. Desde entonces, el edificio de la calle Avellaneda se mantuvo en desuso.
En las instalaciones de la Primaria N°9 en calle Bahía Blanca se estableció también, hace unos años, el bachillerato, que se constituyó como Secundaria N°8, y que comparte espacios con el nivel primario. El crecimiento de la matrícula de ambos servicios en los últimos años hizo que la convivencia en un edificio de dimensiones limitadas se volviera cada vez más difícil. Actualmente, por ejemplo, algunas secciones del nivel secundario desarrollan sus actividades en el comedor, sin contar con aulas debidamente delimitadas; mientras que la única oficina administrativa del secundario -donde funcionan dirección, secretaría, preceptoría y sala de profesores- es en realidad un habitáculo de 4 metros cuadrados que se montó en la galería interna obstruyendo una salida de emergencia.

Gracias a un subsidio que recibió la institución de parte del Estado Nacional se hicieron las primeras reformas, que incluían la subdivisión de las antiguas aulas y el arreglo de los techos, y luego intervino el Consejo Escolar con recursos propios para concretar otras mejoras que dejaran en condiciones de habitabilidad al edificio. Finalmente, se solicitó en 2016 al Municipio el auxilio económico para realizar la pintura interior y exterior, efectuar el tendido de la cañería de gas para todo el edificio, y construir la plataforma de hormigón alambrada para colocar el tanque de gas a granel según la normativa vigente. La Municipalidad acompañó el pedido afectando recursos del Fondo de Financiamiento Educativo.
Con un gran esfuerzo local, sin recibir acompañamiento de parte de la Provincia y sin lograr financiamiento para una ampliación, la antigua escuela rural de tres aulas quedó constituida, tal como se acordó oportunamente con la comunidad educativa y con los actores interesados, por seis aulas de dimensiones más limitadas que permitirán albergar a las seis secciones de la secundaria, avanzando para esto, parcialmente, sobre lo que fuera la casa habitación.
Todas las dependencias tienen sus correspondientes luminarias, calefactores, pizarrones y mobiliario; ya que también el Consejo Escolar consiguió mesas, sillas, escritorios y armarios nuevos para toda la escuela.

Finalmente, se acondicionó parcialmente un galpón que está construido en la parte trasera del terreno para que pueda servir de espacio de guardado de artículos de limpieza y de otros elementos excedentes, y de lavado. Esto será así hasta que se pueda recuperar la casa habitación, que es ocupada por particulares, y anexarla al uso escolar.
Las condiciones estructurales del edificio en general son muy buenas, lo cual permitió recuperarlo. Si bien seguirán haciendo falta algunas reformas y ampliaciones para mejorarlo, las cuales están fuera de las posibilidades del Consejo, se considera que hasta tanto la Provincia las concrete, la Secundaria 8 podría trasladarse a este edificio en el que las condiciones son visiblemente mejores que las que tienen en la actual sede, aspecto reconocido inclusive por estudiantes y docentes, quienes han manifestado su voluntad de mudarse.
















