El Intendente de Castelli, Francisco Echarren, informó hoy que en la localidad bonaerense permanecen “más de 70.000 hectáreas con agua” tras los anegamientos producidos por el desborde del río Salado, aunque destacó que “gracias a las obras” no hay evacuados.
En declaraciones a Télam, el Intendente de Castelli, Francisco Echarren explicó que la gran cantidad de agua no sólo genera “daño económico sino también, e igual de importante, psicológico en toda nuestra gente”.
Evacuados en la ciudad “no hubo, más allá de algún afectado aislado. Porque a diferencia de lo que sucedió en San Antonio de Areco o Luján no tuvimos agua en el casco urbano, pero también gracias a la obra de dragado que se hizo en el río Salado”, afirmó el mandatario castellense.
Echarren relató que ayer recorrió la zona con el Ministro de Asuntos Agrarios de Buenos Aires, Alejandro Rodríguez, y destacó que “la obra funciona muy bien”.
“Si no hubiera sido por eso, sí hubiéramos tenido agua en el casco urbano”, sostuvo, y explicó que a diferencia de otras localidades afectadas, Castelli tiene “la dificultad en la zona rural, y la verdad es que va a generar un daño enorme a los productores, a los grandes y especialmente a los pequeños y medianos”.
Respecto de una estimación del nivel de pérdida para el sector productivo-agropecuario, el Intendente aclaró que “todavía no se puede cuantificar y que hablar de un número a esta altura sería muy aventurado, algunos lo hacen por especulación política”.
“Hay que tener una actitud responsable y prudente, y estar al lado de la situación porque cuando uno sobrevuela la zona se puede percibir que por más obras que se hayan realizado, era incontenible”, dijo.
Echarren aclaró que la gran cantidad de agua en la zona “no es por las lluvias” sino porque la cuenca del Río Salado tiene “un desnivel de un metro cada 100 kilómetros, entonces el agua no escurre con la rapidez con que lo hace de Olavarría, Las Flores, por ejemplo; acá queda estancada y eso dificulta el drenaje”.
El Intendente castellense se refirió a las inundaciones de los años ’80 en Buenos Aires y especificó que en ese momento “el río Salado estaba a 6.20 metros, mientras que hoy está a 5.90 metros; con lo cual se está muy cerca de igualar la mayor inundación de la historia”.
No obstante, expresó que hay “diferencias sustanciales” con aquella época, y que el ejemplo fue mencionado “para dar cuenta de la magnitud del agua”.
