En diciembre de 2023, la ciudad de Chascomús y la región quedó sacudida por una tragedia inimaginable: el asesinato de Diego Reddy, su esposa Eugenia, y el pequeño Ignacio, de tan solo 11 años.
A 17 meses del hecho, se conoció que el único imputado, Francisco Reddy, hijo y hermanastro de las víctimas, será finalmente juzgado en agosto de 2026.
El juicio oral y público estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores, el mismo que condenó a los asesinos de Fernando Báez Sosa. El tribunal está conformado por María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari.
Un silencio que duele y despierta sospechas
El fiscal Jonatan Robert, a cargo de la causa, intentó indagar a Francisco en dos oportunidades, pero nunca declaró. Su silencio ha sido total desde su detención el 1 de enero de 2024, y así llegará al juicio.
La familia entera está muy rota y pide justicia”, expresó una persona cercana a los Reddy, que pidió mantener el anonimato.
El dolor más profundo lo vive el padre de Diego y abuelo del acusado: “Francisco le rompió el corazón, lo mató en vida. Eran muy compañeros, trabajaban juntos en el campo todos los días.”
¿Quién es Francisco Reddy?
Al momento del atroz crimen tenía 20 años y era policía en actividad. Hoy está detenido en el penal de Dolores, lo que generó malestar entre allegados por su cercanía con la familia: “Nos parece una burla”, dijeron.
Está imputado por:
- Homicidio calificado por el vínculo (por la muerte de su padre)
- Homicidio agravado por alevosía (por su madrastra)
- Homicidio simple (por su hermanastro)
Según el fiscal, “existen bastantes motivos para sospechar que participó en el hecho investigado en carácter de autor”.
Una familia destruida sin respuestas
La relación entre Francisco y su familia aparentaba ser buena: “Era un padre presente. Eugenia siempre lo integró. Ignacio era un nene muy bueno, no entendemos qué pasó.” señalaron los familiares.
A pesar de la larga espera hasta el juicio en 2026, la comunidad de Chascomús y los seres queridos de las víctimas no pierden la esperanza de que haya justicia.