Silvina Moschini es la primer mujer argentina y latinoamericana en liderar un “unicornio”. Su sueño empresarial se hizo realidad en el 2020, con una valoración de U$S1.000 millones.
Moschini asegura que “la tormenta perfecta para la transformación digital que estamos viviendo” fue clave para su éxito empresarial, y aprovecha este momento para cumplir su deseo que es empoderar a otras mujeres en los negocios”.
Su empresa llamada TransparentBusiness estalló con la pandemia. Se dedica a ofrecer tecnología en la nube “para conectar talento con oportunidades y llevar transparencia en la gestión de trabajo remoto”, cuenta la empresaria.
En noviembre pasado fue la ganadora del premio “Mujer de la década” del Women Economic Forum, ya que también es la CEO y fundadora de SheWorks!, una plataforma para contratar a mujeres con modelos flexibles, la cual fue reconocida como una delas 20 organizaciones de América Latina que más trabaja por la igualdad de las mujeres.
Empoderamiento femenino: su opinión
Silvina Moschini respondió en una entrevista de la BBC “que el verdadero empoderamiento siempre empieza por la cartera. No necesitamos que nos digan que tenemos mucha intención y energía y que estamos motivadas. Necesitamos que nos den dinero y contratos, no intenciones”, apuntó.
“Todo el mundo habla de ayudar a cerrar la brecha, pero la única respuesta que hay para eso es facilitar el financiamiento. No nos falta ni intención, ni talento, ni preparación. Lo que nos falta es plata, argumenta Moschini.
“Falta que se apueste por las mujeres que quieren cambiar el mundo, que son muchas. Que haya quienes las apoyen desde el punto de vista financiero y económico. Pero es una rareza que inviertan en mujeres y más aún en Latinoamérica”, finalizó.
Sobre el mundo empresarial
Por otra parte, también la consultaron sobre la exclusión de las mujeres en los negocios empresariales. Desde su punto de vista hay dos factores importantes: por un lado, la cultura empresarial y por otro, nuestra actitud hacia esa cultura que nos rodea.
Moschini siente que “tiene que haber más inversión en mujeres y mejores políticas que nos conviertan en ejemplos, sobre todo en América Latina. Aunque está de moda el liderazgo femenino, aún resulta antipático ver a mujeres líderes”.
“Ser asertiva, ser exitosa, pedir dinero y generar dinero pone a la gente incómoda. Y a las mujeres nos cuesta mucho porque el modelo con el que nos educaron no nos atribuye las capacidades del liderazgo tradicional”, dice la ejecutiva.
A su criterio “todo eso hace que nos den menos dinero porque no ven en nosotras un rol donde creen que podamos hacer compañías muy grandes. Y siempre nos da pena, nos da vergüenza pedir dinero. Eso hay que cambiarlo porque sin dinero no podes hacer grandes empresas”, finalizó Moschini.
