La ciudad de Salliqueló, es la cabecera del partido homónimo, ubicado en el Oeste de la Provincia de Buenos Aires que tiene como particularidad, contar en su planta urbana con numerosos árboles debido a una original iniciativa que se implementó hace 24 años.
Se trata de plantar un árbol por cada niño que nace y el éxito a la misma ha sido tal que ya es difícil encontrar un terreno para implantar nuevas especies en la referida ciudad.
El primer objetivo es celebrar la vida; el siguiente es cuidarla. Si bien no se trata solo de una cuestión ecológica, tiene mucho de ello; pero también va más allá.
La idea es crear conciencia sobre el cuidado del medio ambiente y generar un sentimiento de pertenencia al terruño propio. Hoy, chicos, adolescentes y adultos que tienen hasta un cuarto siglo de vida pueden señalar -orgullosos- al árbol que su familia plantó cuando ellos nacieron.
¿Cómo surgió la iniciativa?
La iniciativa surgió en 1995 gracias a Graciela Rojas, una bibliotecaria que tuvo la idea de plantar un árbol por cada niño que naciera en el pueblo, al que también se le regala un libro. Aunque falleció en 2007, la ilustre vecina dejó como un legado la curiosa tradición que las familias y autoridades locales se encargan de cumplir anualmente, entre fines de septiembre e inicios de octubre.
Un árbol y una placa con el nombre de cada bebé que nace en la localidad
Con el inicio de la primavera, todas las familias que han tenido hijos reciben, en una alegre celebración comunitaria, un árbol y una placa con el nombre del niño. El departamento de Espacios Verdes de la municipalidad separa un lugar para llevar a cabo la ceremonia que congrega a una gran cantidad de personas de la localidad.
“Nuestro pueblo es muy pequeño, una vez al año, festejamos el nacimiento de todos los bebés que nacen. Es una ceremonia familiar, pero en comunidad. El pueblo poco a poco se va forestando, y también va creciendo en población”, indicaron desde la Dirección de Cultura de Salliqueló.
Se estima que en la ciudad nacen cada año entre 130 y 150 niños. La celebración se organiza gracias al trabajo en conjunto de autoridades y vecinos, que desde inicios de septiembre elaboran una relación de todos los nacimientos producidos desde ese mes del año pasado hasta el actual.
La ciudad tiene su propio vivero municipal
Las plantas que se seleccionan para la iniciativa salen del vivero municipal, que cada año produce hasta 7.000 ejemplares. Las especies que se plantan en los espacios públicos se eligen de acuerdo a la necesidad del lugar donde serán colocadas. Entre ellas hay álamos, casuarinas, eucaliptos, frescos, pinos y sauces.
La iniciativa de Salliqueló también se replicó distritos cercanos de la Provincia de Buenos Aires e incluso en ciudades de la provincia de Córdoba.