El peso argentino es la moneda con el peor desempeƱo en los mercados emergentes

La pandemia por coronavirus acentuó a nivel mundial las crisis económicas, obviamente que en Argentina también, dado que el peso argentino se convirtió en la moneda de peor desempeño en los mercados emergentes por sexto año consecutivo.

Incluso si se miden los índices de inflación podría ser el octavo de los últimos 9 años. Según los analistas, es a consecuencia de más de una década de muchas reversiones en la política, quienes dejaron en ruinas a nuestra economía.

¿Cuáles son los posibles escenarios?

Muchos especialistas están a la espera de que las autoridades activen la devaluación controlada diaria, luego de que las reservas de divisas alcancen su mínimo nivel en 4 años.

Según Sergi Lanau, jefe del Instituto de Finanzas Internacionales, se pregunta cuánto tiempo más Argentina utilizará las reservas para frenar el ajuste: “Es posible que tengan que implementar una devaluación escalonada“, opina.

¿Cuándo se profundizó la caída de la moneda?

No quedan dudas que la década de fuerte caída del peso se produjo con administraciones tanto de derecha como de izquierda. El proceso se agudizó durante el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como presidente, cuando intentó limitar la caída imponiendo controles de divisas.

Pero, el derrumbe del peso continuó con Mauricio Macri, cuando eliminó esos mismos controles para restablecer la confianza de los inversores. Durante las últimas semanas de su gobierno, Macri se vio obligado a revertir esa decisión y reimponer los límites, un proceso que se acentuó con el actual presidente, Alberto Fernández.

Hace pocos días, el ministro de Economía, Martín Guzmán, expresó que esos controles ayudaron a frenar la pérdida de reservas extranjeras, que disminuyeron constantemente este año. Pero las perspectivas para el próximo año son peores.

En base a los análisis realizados por los especialistas, se espera que la inflación alcance un 50% en 2021 frente al 37% de octubre, lo que disminuye la competitividad de la industria local.

Aún así, el gobierno rechaza una devaluación excepcional, más allá de las expectativas del mercado, en la que podría verse forzado a implementar alguna en el transcurso del próximo año.

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