En medio de la Semana para la Prevención del Embarazo Adolescente en América Latina, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó una polémica campaña. A través de su cuenta de Twitter, promocionan la ligadura de trompas y la vasectomía para adolescentes a partir de los 16 años, como método anticonceptivo.
“A partir de los 16 años se puede acceder gratis a métodos anticonceptivos permanentes: ligadura y vasectomía”, dicta la propaganda.
También incluyen los distintos métodos anticonceptivos gratuitos disponibles: preservativo peneano, pastillas anticonceptivas, anticonceptivos inyectables, Dispositivo Intrauterino o DIU, implante subdérmico, anticoncepción hormonal de emergencia (“pastilla del día después”).
En la imagen que promueven los métodos anticonceptivos permanentes agregan: “Ningún servicio puede negar la atención por la edad, por no tener DNI o por ningún otro motivo. En hospitales públicos, centros de salud, obras sociales y prepagas te deben entregar gratis el método anticonceptivo que solicites”, señala el Ministerio.
“Un despropósito y una barbaridad”
La difusión de la ligadura de trompas y la vasectomía para adolescentes como métodos anticonceptivos generó indignación entre los usuarios que respondieron: “A los 16 años! qué locura”.
En ese sentido, el ex ministro de Salud Adolfo Rubinstein opinó: “Me parece un despropósito y una barbaridad que el Ministerio de Salud ponga a la misma altura que cualquier método anticonceptivo, métodos que son absolutamente irreversibles como la ligadura de trompas y la vasectomía. No lo debiera hacer de ninguna manera y bajo ningún concepto”.
“Más allá de que el código civil consagra derechos después de los 13, como el derecho a informarse, a tomar decisiones autónomas e independientes, tal como existe el derecho al voto y el anticonceptivo. Me parece bien que el Ministerio de Salud promueva la utilización de métodos anticonceptivos en aquellos que quieran tenerlo”, agregó el ex funcionario.
Además, Rubinstein señala que el mensaje de la cartera a cargo de Carla Vizzotti tiene que ver con “la falta de una agenda clara y sanitaria del Ministerio de Salud en este momento, donde probablemente direcciones o subsecretarías largan normativas o protocolos que no están consensuados y no están articulados con las decisiones sanitarias que se tienen que tomar en el caso de los derechos sexuales o reproductivos”.
