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La Salada reabrió con importantes cambios: ¿Cómo funciona ahora?

El histórico predio ferial de La Salada reabrió tras la decisión judicial del 15 de junio, pero con reglas muy distintas a las que regían hasta su clausura el 22 de mayo. A partir de ahora, los puesteros deberán adaptarse a un esquema completamente sin efectivo que redefine la dinámica de la mayor feria informal de Sudamérica.

Los nuevos controles y la bancarización

Los principales cambios establecidos por el juez federal Luis Armella incluyen:

  • Registro formal de todos los feriantes y trabajadores.
  • Bancarización obligatoria: cualquier venta sólo podrá hacerse mediante sistemas electrónicos o tarjetas.
  • Presencia de veedores municipales y de ARCA en cada sector del predio.

Estas medidas apuntan a garantizar trazabilidad, transparencia y un mayor control fiscal sobre las operaciones, eliminando el flujo de efectivo que antes predominaba.

Impacto en feriantes y costos

La obligación de utilizar plataformas bancarias implica:

  • Cobro de comisiones financieras, que encarecerán el costo de los productos.
  • Adaptación técnica y operativa de cada puesto (terminales de pago, conexión a Internet, etc.).
  • Posible ajuste de precios al público para compensar los cargos adicionales.

Aunque muchos vendedores ya estaban inscriptos como monotributistas, la transición generará un antes y un después en la estructura de costos y en la forma de comercializar.

Prohibición de marcas falsificadas

Otra cláusula clave de la resolución judicial prohíbe expresamente la venta de productos con marcas apócrifas. Esto refuerza los controles sobre la oferta de indumentaria y electrónica, con sanciones más severas en caso de incumplimiento.

Situación judicial y próximas definiciones

La reapertura del predio en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, forma parte de una megacausa por lavado de dinero, evasión fiscal y asociación ilícita.

  • Detenidos: “El rey de La Salada”, Jorge Castillo, permanece tras las rejas junto a otros involucrados.
  • Fugitivos: Enrique Antequera sigue prófugo.
  • Allanamientos: cerca de 60 procedimientos que decomisaron vehículos, embarcaciones y propiedades.
  • Próximo paso: la fiscal Cecilia Incardona aún no definió la fecha exacta para levantar las persianas, por lo que la incertidumbre persiste en el predio y sus alrededores.

Con estas normativas, La Salada inicia una nueva etapa que busca formalizar y transparentar cada operación, poniendo fin al predominio del efectivo y apuntando a reducir la evasión fiscal.

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