A partir de la irrupción del coronavirus que nos llevó al aislamiento social a partir
de Marzo del 2020 en Argentina esta pregunta, entre tantas otras, comenzó a repetirse en el consultorio psicológico agudizándose con el correr de las semanas.
La angustia que produce la incertidumbre nos hace girar en cuestiones que si no
podemos interpelarlas a través de la palabra, pasarán a eclipsar el resto de nuestras
emociones. Es por eso de la gran importancia del interrogar a esta pandemia, para poder abrirnos paso cuando nos sintamos arrasados por la misma. ¿Esto significa que debemos negar nuestros miedos y tristezas?. ¡De ninguna manera!. Poder darnos cuenta realmente de estas emociones forma parte también de aceptarlas, y al aceptarlas podemos hacer algo con ellas, sin este paso previo, quedaremos atrapados por el dolor y la desazón.
Situarnos en el aquí y ahora es una buena pauta para poder hacer una pausa: una pausa en esa cadena de pensamientos catastróficos que llegan anudados a las noticias del día, los comentarios de nuestros allegados o de las impactantes fotos en las redes sociales. Permitirnos el malestar sin que nos tome por completo, sin que nos paralice ante la Vida. Y a la vida se la construye con proyectos, que encierran una apuesta de amor: amor por nuestros seres queridos, por nuestro oficio, por nuestra Tierra, por nosotros mismos…
La pandemia nos convoca a poder ir transformando esos ¿¡por qué a mí!? en un ¿para qué? propio, en el cual cada uno lo llenará con lo que pueda.
Lic. Paula Rodriguez
Lic. en Psicología – MN 62207
Lic en Cs de la Comunicación
[email protected]
