Una jueza tucumana determinó dictar una restricción perimetral para un joven que abusó de su perra. Además, se dieron en adopción los otros dos perros que vivían con él.
A mediados de marzo, la reconocida rescatista tucumana Karina Garbero recibió un video de un joven abusando de una perra e hizo la denuncia en la justicia por “zoofilia”.
“El animal no es un objeto”, sostuvo la jueza de Tucumán, Carolina Ballesteros, que le impuso una restricción perimetral de 300 metros a Patricio Giménez Teruel, de 22 años.
Si bien la medida se dictó para que no se acerque a la perra de la que abusó (Mara), también incluyó que los otros dos animales (Boycka y Dracko) fueran dados en adopción. “Ninguna sociedad civilizada puede considerarse civilizada si legitima el trato cruel y denigrante hacia lo animales”, explayó en su texto la magistrada Ballesteros.