El Intendente de General Lavalle, José Rodríguez Ponte, interesado en lograr su reelección al frente del Municipio, intenta atraer inversiones privadas a efectos de generar puestos genuinos de trabajo.
En tal sentido, inversores orientales se harían cargo de la explotación de la Planta Municipal Procesadora de Pescado del Puerto de la citada ciudad. Aunque en el afán de anunciar “buenas noticias” no se ha informado la cantidad de empleados de la localidad que absorberían ni las inversiones previstas como tampoco las condiciones en que comenzarían a operar.
Tanto es el deseo del intendente de demostrar que “algo se está haciendo” en la generación de puestos de trabajo para los Lavallenses, que está convencido en avanzar en la expropiación de terrenos privados para constituir un Sector Industrial Planificado, aunque sus propios Concejales no estarían dispuestos a acompañarlo, por cuanto entienden que se perjudicarían intereses privados que podrían derivar en millonarios juicios hacia la Comuna y por ende a la comunidad en general.
No son pocos en General Lavalle que suponen que estas iniciativas están relacionadas con vistas a las próximas elecciones y que en momentos donde las Pymes y empresas en general están atravesando una aguda crisis, todos los proyectos tendientes a la radicación de industrias no lograrían concretarse, al menos en el corto plazo.
Recientemente el Jefe Comunal en declaraciones radiales expresó que la figura de la “expropiación” está contemplada en la Constitución Provincial, pero que muchos de los Concejales, incluso de su propio partido (Cambiemos) le tienen “temor a la aplicación de esa normativa”.
Este lunes, con bombos y platillos, anunció que inversores coreanos, taiwaneses e israelís desembarcarán en General Lavalle, aunque éstos aclaran que antes de realizar las inversiones que son menester para poner en funcionamiento la Planta Municipal Procesadora de Pescado, deberán sortearse una serie de inconvenientes, toda vez que la tenencia de la misma la ejerce una tercera persona, la cual, aparentemente, no estaría dispuesta a cederla sin un resarcimiento económico.
Sin dudas, un dolor de cabezas para un Intendente que aspira a continuar conduciendo los destinos del Distrito, pero que en estos tres años de gestión no logró consolidar la misma con obras de gran envergadura que entusiasme al votante a la hora de emitir su sufragio.
