El Río Salado fue conocido en la antigüedad con el nombre pampa de “TUBICHA MINI”, denominación de “grande chico”, por los periodos cíclicos de sequías e inundaciones. Y pasados los años, ese evento natural sigue siendo una característica inmanejable de nuestro Rio.
Hace solo unos meses las compuertas existentes en General Belgrano, frenaron el avance del rio, que crecía incesablemente del lado del Canal Aliviador. Hoy este mismo lugar, está por debajo de la medida del cauce natural, y eso hace imposible la llegada del agua “entre compuertas”.
No hay algo que se pueda hacer para traer el agua, sabemos que esto pasará en algún momento naturalmente.
Lo que si se puede hacer es aprovechar esta situación y seguir limpiando intensivamente el Rio, sacando botellas, plásticos, maderas y hasta la vieja pasarela que generaba peligro para los nadadores. En los próximos días también se sumará la gente de la Escuela de Canotaje, que habían firmado un acuerdo de cooperación en el que, entre otras cosas, iban a colaborar con trabajos de este tipo, a cambio de utilizar como sede una de las alas del edificio del Mateo Bruzzo.
También, está abierta para automóviles la “vuelta entera”, que hacía años estaba bloqueada en las Compuertas, y se está trabajando en generar un lugar para pescadores, visitantes y belgranenses que quieran disfrutar nuestro Rio Salado, que sigue produciendo inundaciones y sequias, como es su naturaleza, y como históricamente lo hizo.