El Gobierno nacional anunció el despido de 110 empleados del Hospital Posadas en medio de protestas de trabajadores del Hospital Garrahan por mejoras salariales y condiciones laborales. Los despidos se justifican con argumentos de eficiencia y transparencia en el sistema de salud pública, así como con la intención de descontar el día a quienes adhirieron al paro.
Despidos y justificaciones
Desde el Ministerio de Salud se comunicó que, tras realizar auditorías internas y controles de asistencia, se determinó que los despedidos no cumplían con sus funciones o tenían ausencias reiteradas injustificadas. Según la declaración oficial, cada caso fue evaluado individualmente y se siguieron los procedimientos legales y administrativos correspondientes.
El Gobierno sostiene que los recursos que antes se destinaban a empleados que no trabajaban serán utilizados para mejorar insumos, equipamiento y atención para los pacientes. Este mensaje refleja un intento de revertir la percepción de mala gestión en el área de salud.
Reacciones de sindicatos y profesionales de la salud
Varios sectores gremiales y profesionales de la salud han criticado los despidos y descuentos. Argumentan que estas decisiones son parte de una "avanzada" que busca disciplinar al personal sanitario y deslegitimar sus reclamos. Ante el silencio del Gobierno sobre las denuncias de bajos salarios y falta de recursos, se refuerza la idea de que los hospitales deben deshacerse de la "casta política sindical".
Demandas y condiciones laborales
Las protestas en el Hospital Garrahan continúan, con médicos residentes, enfermeros y técnicos exigiendo mejoras salariales que, en muchos casos, están por debajo de la canasta básica. Las movilizaciones, que incluyen paros, marchas y asambleas, no solo critican los salarios, sino que también destacan condiciones laborales críticas y la falta de insumos, lo que aumenta la precarización en el sector salud.