Gándara: Una pareja regresó al pueblo para abrir una pulpería en el viejo comedor de la ex empresa láctea

Denisse Helman

Reabriendo la historia, una pareja regresó para abrir una pulpería en el comedor de la fábrica en Gándara, donde 20 años atrás, supo ser una gran empresa de lácteos. Todos los detalles, en la nota.

Virginia y Sebastián en Gándara

Virginia Costa Soto y Sebastián Cappiello sueñan con revivir un proyecto turístico en el paraje de Gándara, que hace 20 años se convirtió en un pueblo fantasma tras la quiebra de su famosa empresa láctea. Ubicado en el partido de Chascomús, Gándara solía ser reconocido por su próspera industria lechera que llenaba de vida el lugar con sus residentes y trabajadores diarios.

Sin embargo, en 2003, la fábrica cerró sus puertas, sumiendo al pueblo en la penumbra de lo que alguna vez fue. Hoy, apenas quedan 15 o 20 familias en el área. Con este ambicioso proyecto, Costa Soto y Cappiello buscan reactivar la región y devolverle su esplendor, atrayendo a visitantes y promoviendo el turismo en una tierra que alguna vez estuvo llena de vida y prosperidad.

¿Cómo surgió la idea?

Todo comenzó durante la pandemia, cuando Virginia Costa Soto, en su cuenta de Twitter, compartió la historia detrás de esta iniciativa. Su conexión personal con la zona se remonta a su abuelo, quien solía tener un tambo en la región. Después de más de 30 años, regresó a Gándara en medio de la pandemia y se inspiró para emprender este proyecto.

Inicialmente, Virginia y su esposo Sebastián Cappiello apostaron por el ecoturismo rural, ofreciendo hospedaje turístico en armonía con el medio ambiente. Fue en noviembre de 2020 cuando comenzaron a notar que el pueblo carecía de varias comodidades. Así, surgió la idea de crear “La Pulpería”, un lugar que proporcionaría a los visitantes la oportunidad de tomar un café por la mañana, disfrutar de una cerveza por la tarde, disponer de un baño, agua para el mate, un lugar para estacionar sus autos y sentarse en el campo para respirar aire puro.

Con dos cabañas ya instaladas y en funcionamiento, este emprendimiento promete devolver el esplendor a Gándara, invitando a los turistas a sumergirse en la serenidad del campo y disfrutar de una experiencia única y encantadora, todo ello a poca distancia de la bulliciosa ciudad de Buenos Aires.

Un proyecto que promete devolverle el esplendor a Gándara

Virginia, comenta en su cuenta “Este restaurante, que se muestra en las fotos, solía ser el comedor de la fábrica de Gándara durante muchos años. Estaba ubicado dentro del terreno de mi abuelo y era administrado por mis padrinos. Prácticamente, crecí allí dentro”, pero el cierre de la fábrica dejó el espacio vacío y en ruinas.

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Antiguo comedor de la fábrica

Por otra parte, con pesar, la pareja comenta que cada vez que visitan el lugar, descubren más daños. La bacha fue dañada, el tubo de gas y los cables fueron robados, algunos vidrios los rompieron por deporte, y los picaportes son llevados.

A pesar de todos estos obstáculos, su determinación es firme: “Decidimos que este proyecto va a nacer. Necesitamos desmalezar, solicitar un volquete para limpiar y retirar los materiales, basura, plantas y objetos abandonados. Luego, aseguraremos las puertas y ventanas, instalaremos un sistema de alarma y contrataremos un seguro antes de comenzar con las reparaciones”.

Es así somo, en compañía de su hijo de cuatro años, están trabajando en la limpieza del lugar en familia, con la esperanza de que para el verano o, a más tardar, en marzo, el restaurante pueda recibir comensales nuevamente. Sueñan con que Gándara sea un destino que atraiga a visitantes ansiosos por disfrutar de la placentera experiencia de estar en el campo.

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