El futuro de Vidal: va a buscar un trabajo, vivir un tiempo con sus padres y quiere enamorarse otra vez

Lo que hace un año parecía improbable finalmente ocurrió: María Eugenia Vidal deja la gobernación bonaerense tras caer en las urnas ante Axel Kicillof. La derrota electoral abre un interrogante en el futuro de la dirigente, al que ve ligado a la política pero desde un lugar que aún no tiene claro.

Vidal se retirará por un tiempo del poder tras librar batallas internas que la desgastaron. En el entorno de la gobernadora aseguran que fue Marcos Peña quien se opuso al desdoblamiento de las elecciones, lo que hubiese alejado la imagen negativa de Mauricio Macri de la boleta bonaerense de Juntos por el Cambio.

Tras la derrota en las PASO el vínculo se rompió por completo, Vidal se alejó de la estrategia nacional y retomó las recorridas por el interior bonaerense, como lo hizo antes de vencer a Aníbal Fernández en 2015. Incluso les otorgó su aval a los intendentes para que municipalicen la campaña con el objetivo de retener la mayor cantidad de localidades posibles. Y la estrategia pareció haber dado resultado.

Desde hace tiempo, y más aún tras la derrota en las primarias, Vidal comenzó a pensar en un futuro ligado a lo social. Analiza la posible creación de una fundación a través de la que pueda trabajar para los sectores más vulnerables y dice que necesita “conseguir un trabajo”.

También será tiempo de definir a dónde irá a vivir una vez que abandone la base aérea de Morón. La casa de sus padres es una opción que mantiene latente.

Además de la emoción, Vidal dice que en la derrota se lleva aprendizaje, ganas de recuperar una vida personal más intensa y la convicción de que la militancia -en el sentido de compromiso con la realidad y cercanía con la gente- no se va con los votos.

Ha estado diciendo por la tele y la radio que en diciembre saldrá a buscar trabajo. Nadie le creyó demasiado, pero ella insiste en que necesita un sueldo y adelanta que ya le ofrecieron cuatro empleos: como docente, en una consultora, en una empresa privada y en una ONG dedicada al trabajo social, donde le ofrecieron el puesto de directora ejecutiva.

-Veremos-, dice ella. Lo decidiré en marzo, luego de pasar el verano con mis hijos.

Mientras tanto ya está preparando la mudanza a la casa de sus padres, a dos cuadras de la estación de Haedo, en Morón, cuya intendencia acaba de perder su ex marido Ramiro Tagliaferro. Su padre es cardiólogo y sigue trabajando en una clínica de Tres de Febrero. Su madre es jubilada bancaria. Tiene un hermano profesor de educación física que se casó y dejó su habitación, así que ella piensa volver a su cuarto de soltera y acomodar a los chicos entre el que dejó su hermano y el resto de la casa.

¿Volver vencida a la casita de los viejos? Lejos de ser una carga. Dice que necesita volver allí un tiempo. Y que será reparador.

Compartir este artículo