Día Mundial de la Bicicleta: ¿Qué beneficios aporta a nuestra salud?

Sofía Martínez

Practicar deportes, caminar, andar en bicicleta, son actividades que tienen un gran beneficio para la salud física, sin importar la edad nos mantiene entre los niveles de actividad recomendados.

La Organización de las Naciones Unidas decidió declarar el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta, ya que constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, accesible, fiable, limpio y ecológico, el cual contribuye con la gestión ambiental y brinda beneficios a la salud de las personas.

La historia de este día

Uno de los impulsores de esta iniciativa fue Lesxek Sibilski, encabezando una campaña para visibilizar la necesidad de este día. Sibilski nació en Polonia en 1958, se formó en ciclismo, fue campeón nacional junio en sprint y también en distancias de 500 y 1.000 metros.

En el año 1976, fue elegido Ciclista del Año por el Comité Olímpico Polaco y, aunque no continuó su carrera profesional, se dedicó a mejorar la situación de los atletas con discapacidad en los países en desarrollo y la participación de minorías en el deporte. Participó en el relevo de la antorcha de los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2010.

En 2015, con la publicación de un artículo titulado “El ciclismo es asunto de todos”, Sibilski inició una campaña de base para establecer un día de la bicicleta. Recibió el apoyo formal de la Representación de Turkmenistán ante las Naciones Unidas. El 12 de abril de 2018, la resolución que establece el 3 de junio como Día Mundial de la Bicicleta, fue apoyada por 193 países, de los cuales 56 fueron copatrocinadores.

¿Cuál es la intención?

Esa resolución fomenta el uso de la bicicleta como medio para impulsar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de los niños y los jóvenes, incluida la educación física, promover la salud, prevenir las enfermedades, avivar la tolerancia, el entendimiento y el respeto y facilitar la inclusión social y la cultura de paz.

En el documento de la ONU se indica, entre otros puntos, que se alienta a los Estados miembros a que otorguen una atención especial a la bicicleta en las estrategias de desarrollo intersectoriales y a que la incluyan en las políticas y los programas de desarrollo internacionales, regionales, nacionales y subnacionales, según proceda; a adoptar las mejores prácticas y los medios para promover la bicicleta entre todos los miembros de la sociedad, incluso las iniciativas encaminadas a organizar marchas de bicicletas en los niveles nacional y local como medio de fortalecer la salud física y mental y el bienestar y desarrollar una cultura de la bicicleta en la sociedad.

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que andar en bicicleta asegura un camino para alcanzar una mayor equidad en materia de salud. Aún para los sectores más vulnerables, que no pueden permitirse vehículos propios, la bicicleta se convierte en un medio de transporte posible. Al mismo tiempo, pueden reducir el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes, entre otros.

Es que el ejercicio físico con el uso de bicicleta ayuda a proteger las articulaciones y a quemar calorías, combate el dolor de espalda, fortalece el sistema inmunológico y reduce los niveles de cortisol, una hormona vinculada al estrés.

Poder satisfacer las necesidades de los ciclistas urbanos y peatones sigue siendo crucial para solucionar los problemas de movilidad de las ciudades, para mitigar el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al crecimiento de la población y para mejorar la calidad del aire y la seguridad vial.

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