Hoy es el Día de la Virgen de San Nicolás: una celebración que convoca multitudes

Ignacio Hernández

La celebración de la Virgen del Rosario de San Nicolás (Provincia de Buenos Aires) genera multitudinarias procesiones. Es una de las concentraciones religiosas más importantes de la Argentina. En esta oportunidad, al cumplirse casi 30 años de su aparición, llegaron a la ciudad cerca de 500.000 fieles.

Desde 1983, todos los 25 de septiembre, la localidad bonaerense de san Nicolás de los Arroyos se transforma en lugar de peregrinación de cientos de miles de personas.

En esta importante fecha religiosa llegan peregrinos desde todos los puntos del país para venerar a la Virgen María, bajo el título de María del Rosario de San Nicolás.

Historia de la Virgen del Rosario de San Nicolás

Según cuenta la iglesia católica, el 25 de septiembre de 1983, una vecina de San Nicolás, de nombre Gladys Motta, vivió una experiencia mística con la Virgen María del Rosario que cambió para siempre el rumbo de su vida y el de la comunidad religiosa en nuestro país.

Virgen del Rosario de San Nicolás

Aquel día, Motta comenzó a rezar en uno de los cuartos de su casa. Y en ese momento, según su testimonio, apareció la Virgen del Rosario.

La imagen le hizo un gesto para que acerque y le dijo: “cerca tuyo quiero estar, el agua es una bendición. Soy la patrona de este lugar y me harán un santuario. Cumplid mi palabra“.

Gladys Motta

La casa de la mujer, ubicada en Figari 122, está muy cerca de la costa de San Nicolás. De ahí la referencia al agua por parte de la Virgen.

Desde 1983 Motta recibió miles de mensajes ininterrumpidos que fueron estudiados por teólogos de varios países. Todos llegaron a la conclusión que cada mensaje se ajustó a lo que se denomina ortodoxia doctrinaria y que era imposible que los haya escrito alguien como Gladys, que en el momento de la aparición sólo había terminado cuarto grado de la escuela primaria. Y tampoco tenía una formación teológica o religiosa.

Además, existió otra situación que convocó mucha atención. Motta comunicó que tuvo una visión de un templo y brindó varias precisiones arquitectónicas que, según ella, habrían sido señaladas por la Virgen. 

Luego la interlocutora elegida por la Virgen tuvo estigmas, heridas sangrantes que evocan la crucifixión de Jesús, en las muñecas y en varias partes de su cuerpo. Fue estudiada por psicólogos para descartar cualquier somatización, y los especialistas llegaron a la conclusión que no tenía ninguna patología psiquiátrica.

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