Cada vez se conocen más cantidad de reclamos debido a la deficiente atención de dicho servicio, no por falta de insumos, sino por la falta de profesionalismo y compromiso de quienes atienden allí.
Adjunto un documento con el relato de lo sucedido.
A su disposición,
Saludos cordiales,
Martín Delbono.
“La guardia del Hospital de Chascomús necesita una guardia”
Servicio de guardia del Hospital Municipal, Diciembre 2013.
En las siguientes líneas paso a relatar la situación vivida con el servicio 107 y la guardia del Hospital Municipal de Chascomús.
El día 25 de diciembre mi tío pasa por la casa de mi abuela (su madre), encontrándola en muy mal estado de salud, ella se negaba a ingerir líquidos y alimentos, solamente argumentaba que sufría un golpe de calor. Con 88 años era razonable que padeciera las altas temperaturas que se registraban en esos días.
Luego que mi tío se comunicara con nosotros (mi hermana y quién escribe) se procedió a llamar al 107 (Servicio de ambulancia) desde el teléfono móvil de mi hermana, solicitando atención a domicilio, la operadora atendió correctamente y media hora más tarde la ambulancia llegó. Ingresaron dos personas, una médica y el médico de guardia, quedando el chofer en la ambulancia.
Se acercaron donde se encontraba mi abuela en un estado de debilidad impresionante y balbuceando delirios. La doctora comienza a tomarle la presión cuando en ese mismo momento ingresa el chofer de la ambulancia diciendo que estaban solicitando apoyo por un accidente en la ruta 2. Inmediatamente se aprestan a retirarse del domicilio (solamente le habían tomado la presión); la respuesta de mi tío fue inmediata. “no hay problema, entendemos la situación, vayan nomás”. La médica que alcanzó a tomar la presión nos afirma que luego de realizar dicho apoyo en la ruta volverían a continuar con la atención domiciliaria de mi abuela, a lo que yo pregunto “¿nosotros qué hacemos, los esperamos acá?”, ya que no nos indicaban tratamiento inmediato o traslado hacia algún centro de atención; la respuesta fue: “si si, nosotros vamos a atender la emergencia de la ruta y luego volvemos”.
Tras varias horas de espera me dirijo al Hospital a corroborar si había vuelto la ambulancia. Efectivamente, estaba estacionada en la puerta. Decidí no bajar y llamar nuevamente al 107; me atiende la operadora y cuando observa el domicilio por el cual llamaba me comunica con el médico de guardia, que justamente era quién había estado en la casa de mi abuela horas antes. Este señor, atiende un tanto ofuscado (también se lo notaba así en la visita al domicilio), le manifiesto que todavía estábamos esperando la atención domiciliaria que nos dijeron que harían, a lo cual me responde: “no notamos descompensada a la señora”, (repito, solamente le tomaron la presión y no nos dieron ninguna recomendación) y me dice que con todo el trabajo que tenían no podían volver.
“Ok”, respondo, entendiendo la situación, y continúo “pero nos dijeron que esperemos, afirmaron que volverían, mi abuela sigue igual”, la respuesta continuaba siendo la misma: que tenían muchos temas que atender en la guardia (que seguramente sería así) y que no iban a volver. Mi réplica fue contundente “nos dijeron que los esperemos y ahora me decís que no vienen, si no llamo nuevamente quedamos a la espera todo el día.”, y termino la frase diciendo “discúlpame pero lo que estás haciendo es abandono de persona”. Esto último lo alteró aún más y me pide que no le falte el respeto, a lo que respondo que es él quien nos estaba faltando el respeto, sobre todo a mi abuela, por no cumplir con sus palabras, y más aún sus obligaciones como profesional. No quiso hablar más, me pidió que eleve una queja al Hospital, le pedí sus datos y en un tono alto y agresivo rápidamente me dijo “Facundo Salvatori, Matrícula…”, me dictó el número pero no alcancé a tomar nota ni a repreguntar ya que me cortó la comunicación.
Obviamente atendimos nosotros a mi abuela con lo que estaba a nuestro alcance, mi tío la reincorporó, logro refrescarla y hacerle ingerir agua, pero ella seguía igual. Cerca de la noche se recupera parcialmente y logra pasar la noche del miércoles 25 y todo el día jueves 26 en un estado débil pero controlado por nosotros. Debido a los días no laborables no podíamos comunicarnos con su médico de cabecera, por quién ella pedía reiteradamente.
Lamentablemente acá no termina el tema. El viernes 27 por la mañana, cuando pudimos contactarnos con su doctor de cabecera, éste ordena la internación inmediata por deshidratación, entre otras cosas. Luego de solicitar telefónicamente la ambulancia del Hospital nos responden que ya habían estado días anteriores. Desestimando la emergencia del caso igualmente confirmaron que irían. Seguimos esperando sin éxito por lo tanto decidimos alcanzar personalmente la orden de internación. Por fin logramos que trasladen a mi abuela al Hospital. Como no había cama disponible, deciden dejarla en la guardia.
Por la tarde, cuando se acercan sus hijos a visitarla, no se les permite el ingreso sin dar mayores explicaciones. Ellos sin entender los motivos y luego de un largo tiempo de espera se marchan para regresar más tarde. Entrada la noche se comunican desde el Hospital con mi hermana avisando que mi abuela se había descompensado (llaman a mi hermana porque era el registro que tenían del día 25 cuando llamé al 107 desde su celular, en ningún momento solicitaron datos de familiares), ella vive en Buenos Aires así que inmediatamente se comunicó con nosotros, cuando mi papá y tío llegan a la guardia una enfermera los atiende, mi tío pregunta qué pasó a lo que ésta responde “cuando me acerqué a ella estaba muerta”. Obviamente mi tío se alteró hasta que lograron calmarlo.
El médico de guardia de ese momento (no tenemos sus datos), no supo dar explicaciones certeras del fallecimiento de mi abuela al pedirle explicaciones del deceso. Comenzó por manifestar que tenía una importante infección en una de sus piernas, por lo cual mi tío pregunta: “¿por eso murió?”, seguidamente el médico le dice “de un paro cardiaco”. Reitero que a mi abuela se la trasladó e internó por orden de su médico de cabecera debido a un cuadro de deshidratación.
El lunes 30 de diciembre alrededor de las 9 de la mañana, nos acercamos con mi tío al Hospital para poder conversar con el director Dr. Miguel A. Sena a fin de comentarle todos los contratiempos padecidos por la guardia con la finalidad de que no vuelva a ocurrir algo similar en el futuro, sabiendo también que las quejas de este servicio de guardia son reiteradas. Nos anunciamos en su oficina y luego de más de una hora de espera nos avisan que el director no se iba a presentar en el Hospital hasta el día viernes 3 de enero. Nos fuimos prácticamente resignados.
Mi abuela falleció en un contexto bastante confuso dentro de la guardia del Hospital Municipal de Chascomús y todavía nos queda la inquietud de qué sería de ella ahora si FACUNDO SALVATORI cumplía con su palabra y su deber volviendo ese miércoles 25 para continuar con la atención domiciliaria.
Mientras tanto, el director del Hospital, no se hace presente por más de cuatro días en la institución que él dirige y, si es justificada su ausencia, nos tendría que haber atendido su reemplazante, pero solamente nos dijeron que no nos podía atender el director hasta 4 días posteriores. Por algún motivo el responsable de la guardia del día 25, Facundo Salvatori, ofreció que elevemos la queja al Hospital, porque de esta manera solo en ese ámbito se sabe lo que sucede y no trasciende, esto lo corroboramos con personas que hicieron reclamos en dicha institución. Motivo por el cual queremos hacer públicas las negligencias que se comenten.
Hay mucho por reflexionar y sobre todo por actuar de parte de quienes tienen responsabilidad dentro del Hospital Municipal, porque no estamos tranquilos dejando a nuestros seres queridos, o nosotros mismos, en manos de estas personas, no debidamente capacitadas, menos comprometidas con la salud.
Vale aclarar que lo expuesto es exclusivamente hacia el servicio de guardia ya que somos (toda mi familia) conscientes que en nuestro Hospital hay enfermeras y profesionales que dejan la vida por su vocación, pero no por eso podemos dejar de contar lo sucedido. A ellos nuestro respeto y admiración.
Vamos a llevarle nuestro reclamo al señor Intendente de Chascomús, Juan Gobbi, para que se asesore de lo que ocurre con el servicio de guardia del Hospital Municipal con que cuenta la población, en donde falta gente comprometida y dedicada al cuidado de los seres humanos.
Martín Delbono
DNI: 25.679.628