El constante aumento en el precio de la nafta y el gasoil se convirtió en una preocupación diaria para miles de argentinos que dependen del auto para trabajar, estudiar o moverse con su familia. A partir del encarecimiento del petróleo en el mercado internacional y la falta de ajuste en los ingresos reales, cada carga de combustible representa un impacto considerable en el presupuesto mensual. En este contexto, tanto los hábitos de manejo eficientes como el uso inteligente de promociones bancarias y billeteras virtuales permiten reducir el gasto de forma significativa.
Promociones bancarias y descuentos en estaciones
Las principales petroleras del país —YPF, Shell y Axion— ofrecen regularmente descuentos por medio de:
- Tarjetas de débito y crédito de determinados bancos
- Billeteras virtuales como MODO, Cuenta DNI o Mercado Pago
- Días y horarios específicos, como descuentos nocturnos o los fines de semana
Estas acciones permiten alcanzar reintegros del 15% al 30%, y en algunos casos, combinando beneficios, el ahorro puede ser de hasta $100.000 mensuales para quienes cargan con frecuencia.
Hábitos de conducción para reducir el consumo
Con una serie de ajustes en el comportamiento al volante, es posible bajar significativamente el gasto de nafta sin modificar la rutina de uso del vehículo.
Algunas de las prácticas más recomendadas son:
- Mantener una velocidad constante entre 90 y 100 km/h: es el rango de consumo óptimo para la mayoría de los autos. Superarlo implica un gasto innecesario.
- Evitar aceleraciones y frenadas bruscas: anticipar el tránsito y frenar suavemente disminuye el esfuerzo del motor.
- Utilizar correctamente la caja de cambios: cambiar de marcha a bajas revoluciones permite que el motor trabaje de manera más eficiente.
- Activar la velocidad crucero en ruta: si el auto cuenta con este sistema, mantener una velocidad constante evita picos de consumo.
- Usar el freno motor: dejar de acelerar en bajadas o al llegar a un semáforo ayuda a reducir el gasto innecesario de combustible.
Mantenimiento del vehículo y presión de neumáticos
El estado general del vehículo también influye directamente en su rendimiento.
- Controlar periódicamente la presión de los neumáticos: circular con baja presión aumenta la fricción con el asfalto y eleva el consumo.
- Verificar el estado del motor y filtros: un motor sucio o mal calibrado requiere más esfuerzo y, por lo tanto, más combustible.
- Revisar el cuentarrevoluciones: mantener las revoluciones en el rango sugerido por el fabricante evita que el motor trabaje de más.
Estrategias para optimizar cada trayecto
Además del modo de conducción, la planificación también puede ayudar a evitar gastos innecesarios.
- Organizar los recorridos con anticipación: combinar tareas y evitar desvíos innecesarios reduce los kilómetros recorridos.
- Evitar zonas congestionadas: el tránsito denso y las detenciones frecuentes incrementan el consumo por kilómetro.
- Tomar curvas a baja velocidad: hacerlo entre 16 y 24 km/h mejora el control y evita el uso excesivo de freno y acelerador.
Reducir peso y consumo innecesario
Transportar más carga de la necesaria genera un esfuerzo adicional en el motor, lo que impacta directamente en el gasto mensual.
- Quitar objetos innecesarios del baúl o del interior del vehículo
- Distribuir bien el peso dentro del auto
- Evitar el uso excesivo del aire acondicionado, especialmente en ciudad
Cada 100 kilos adicionales pueden reducir el rendimiento hasta en un 6%, lo cual se traduce en cientos de pesos por semana.
Minimizar el gasto en detenciones
Cuando el auto está detenido, es posible seguir ahorrando si se aplican algunas buenas prácticas:
- Colocar el vehículo en punto muerto en semáforos o filas
- Liberar el embrague y el acelerador cuando no se necesita avanzar
- Apagar el motor si la espera supera los 30 segundos
Estas acciones evitan un consumo innecesario que, acumulado a lo largo del mes, puede marcar la diferencia.