Comenzó una serie de actividades a 30 años del crimen de María Soledad Morales

Francisco Díaz

Ada Rizzardo, la hermana Martha Pelloni y la periodista Fanny Mandelbaun, junto a compañeras de colegio de María Soledad, la adolescente asesinada en septiembre de 1990 en Catamarca, iniciaron el ciclo de actividades en memoria de la víctima al cumplirse 30 años del crimen.

Se trató de un panel realizado vía Zoom y organizado por la red “Infancia Robada”, la cual está conformada por Foros Sociales de todo el país coordinados por la hermana Pelloni.

Durante el panel, el cual fue coordinado por Mandelbaun y del que participaron más de 80 personas, se hizo un repaso desde el día uno del crimen hasta la actualidad y también se destacó la labor de los periodistas de distintos puntos del país que llegaron a la provincia para investigar el caso.

Queremos recordar a María Soledad para que nunca más esto suceda en ningún lugar del mundo, para que el nunca más sea real”, aseguró la coordinadora.

Por su parte, Ada reseñó en particular un momento muy especial que le tocó vivir el sábado 8 de septiembre de 1990, mientras esperaba que su hija regrese a su casa.

“Yo sentí un llamado, que mi hija, que me dijo ´¡Mami!´. Fue algo tan profundo que sentí en el corazón. No sé, si fue un llamado de desesperación, de despedida o de dolor, pero ese llamado me hizo empezar a ponerme en alerta”, relató.

A su turno, las compañeras de María Soledad contaron cómo dieron inicio las marchas del silencio.

“Estábamos muy tristes todos y ahí salió que saliéramos a la calle a pedir justicia por Sole. Nos pareció que el silencio era lo más justo, el silencio fue lo mejor que pudimos hacer”, recordó Patricia, una de las compañera de la víctima.

Finalmente, Pelloni se refirió a Elias Morales, el ya fallecido padre de María Soledad y quien le dio la noticia de que su hija estaba desaparecida.

“Cuando hablé con Elias y me enteré que María Soledad no había regresado a su casa no lo podía creer”, aseguró.

“Lo que vino después fue un tendal de encubrimiento, por eso hay que escuchar a Ada cuando reclama por el encubrimiento de la muerte de María Soledad. Los gobiernos de Catamarca le deben a la familia Morales desenmascarar el encubrimiento del crimen”, afirmó.

En tanto, hoy se celebrará una misa por Facebook Live en el Colegio El Carmen de Catamarca, al que asistió la víctima; que también podrá seguirse por el canal de Youtube de dicho establecimiento educativo.

Y a las 18 se presentará el cortometraje organizado por la “Red Infancia Robada” por Zoom.

Mientras que el miércoles 9 las actividades de los foros sobre el tema “#Femicidio” serán presentadas de distintas formas como la colocación de un banco rojo en la Plaza de las Chacras, donde vivió María Soledad.

El jueves por la mañana se realizará una visita y un rezo del Rosario en el monolito de la víctima y a las 18, vía Zoom, se realizará un panel organizado por el Foro RIR Catamarca, titulado “Jornada de sensibilización y fortalecimiento institucional frente a la prevención de violencia de género, abuso sexual de niñas, niños y adolescentes”.

La adolescente de 17 años fue vista con vida por última vez el 7 de septiembre de 1990 cuando fue a bailar a la elección de la reina del estudiante del colegio del Carmen en la capital catamarqueña.

Tres días después, cerca de las 9.30, María Soledad fue encontrada violada y asesinada, con el cuerpo desfigurado y semidesnudo, por trabajadores de Vialidad.

Hoy, el lugar donde fue hallado el cuerpo junto a la ruta 38, a seis kilómetros del centro de San Fernando del Valle de Catamarca, solo puede reconocerse por un monolito despintado.

El asesinato de María Soledad tuvo una amplia repercusión a nivel nacional y terminó con la renuncia del entonces gobernador de Catamarca, Ramón Saadi.

También motivó las “marchas del silencio” que organizaba Pelloni, rectora del colegio al que asistía María Soledad, y terminó con la detención y posterior condena de Luis Tula y Guillermo Luque, hijo de un diputado nacional.

Luque tiene hoy 54 años, vive en pleno centro catamarqueño, tiene un hijo y se mantiene con las rentas de las propiedades que le dejó su familia.

Tula tiene 59 años, también vive en la zona céntrica de Catamarca, tiene dos hijos con su expareja, es abogado penalista tras estudiar en la cárcel y tiene un estudio jurídico ubicado en la calle Rivadavia al 800.

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