Chascomús: Mientras los funcionarios bailan, en los barrios desvalijan

Francisco Díaz

Hace apenas algunas semanas, la comunidad de Chascomús escuchaba preocupada al Intendente Javier Gastón trazar un paralelismo del significado que representaba para el Municipio el juicio multimillonario de la rifa del campo con la deuda externa argentina.

Días después, gran parte de la sociedad chascomunense asistió azorada a la delegación de facultades que son propias del Departamento Deliberativo, mediante las cuales, y con el pretexto de hallar una solución a dicho juicio que ya cumplió las bodas de plata, el Intendente podrá vender bienes muebles e inmuebles municipales a su libre albedrío.

En paralelo a ello, los vecinos del pago chico de Raúl Alfonsín se han expresado a través de los distintos medios periodísticos y de las redes sociales sobre la creciente ola delictiva que los afecta e intranquiliza, siendo de tal modo que los concejales de la oposición citaron al Secretario de Seguridad quien aseguró que durante la festividad de Carnaval se incrementarían los operativos de prevención en toda la ciudad para que la población pudiera participar de la misma.

Sin embargo, tales operativos no fueron lo suficientemente eficaces porque los robos en distintos barrios como San Luis, San José, Los Sauces y La Noria, por citar algunos, se sucedieron con absoluta “normalidad”, causando indignación entre los damnificados algunos de los cuales recuperaron parte de los elementos robados por sus propios medios con los riesgos que ello implica.

Pero al parecer la preocupación de los vecinos no es registrada ni por los funcionarios comunales ni por el propio Intendente Gastón, todos los cuales se mostraron despreocupados y felices en el Carnaval Infantil que se desarrolló en la Avenida Alfonsín donde bailaron y festejaron, quizás la obtención de los “super-poderes” que le delegó el HCD para hacer lo que quiera desde ahora y hasta fin de año.

Varios de los perjudicados por los delincuentes que tienen en vilo a la comunidad toda, no pudieron ocultar su amargura de ver como el Intendentes y sus secretarios se divertían y bailaban en el corso, como si ninguna situación irregular ocurriera en la ciudad.

Tal actitud de Gastón y parte de su Gabinete no ha sido bien recepcionada en un sector de la población que está afligida por los reiterados robos y además por la declaración de una coyuntura económica muy complicada para el Municipio que podría agravarse.

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