CHASCOMÚS: La Fiscal cree que Garay no necesitó ayuda para asesinar y enterrar a Navila

Francisco Díaz

La fiscal que investiga el femicidio de Navila Garay en Chascomús, Daniela Bertoletti, afirmó que “no resulta extraño” que el hombre acusado de asesinar y enterrar a la adolescente de 15 años haya actuado solo.

“Justamente por la ocupación de esta persona no me resulta extraño que haya hecho la excavación sólo, ni que haya cometido sólo el hecho”, explicó Bertoletti en referencia al jardinero Néstor Garay, de 51 años, acusado del femicidio de la joven.

Navila “era de contextura chica”, siguió Bertoletti, y Garay “está acostumbrado a trabajar con herramientas”.

“No me parece que necesitara de otra persona, aunque no descarto una ayuda anterior o posterior”, sentenció la fiscal.

Hasta ahora sólo se sabe que Garay hizo saber a la dueña de la casaquinta donde solía trabajar que había “enterrado un perro”. Lo que inhumó en vez fueron los restos de Navila, quien murió tras recibir 17 mazazos en el cráneo.

La adolescente había sido vista con vida por última vez el 10 de septiembre pasado, cuando le dijo a su abuela que iba a lo de “Lito”, tal como se apoda el jardinero.

“Lo que manifiestan familiares y gente del entorno es que tenían algún tipo de relación con fines sexuales requerida por él, en lo que entiendo abusivo”, reveló la fiscal.

Garay no tiene antecedentes ni denuncias en su contra, ni por violencia ni por facilitación de la prostitución, pero es el principal sospechoso en la muerte de Navila.

Además la policía sigue en la búsqueda del teléfono celular que podría aportar datos fundamentales para esclarecer el caso, el cual se presume que Garay lo habría arrojado a la laguna.

Como informó INFOZONA en la víspera, la mochila fue hallada junto a un árbol en cercanías del club San Huberto y en estos momentos está siendo periciada para tratar de hallar huellas o rastros.

De acuerdo a la reconstrucción del episodio, el 10 de septiembre Navila fue en un remís a la casa de Garay -quien pagó el traslado- y desde allí fue llevada en moto por el acusado hasta el lugar donde fue asesinada.

Según la autopsia, los mazazos le provocaron fracturas y hemorragias a la joven. No se evidenciaron signos de un ataque sexual.

El cuerpo de Navila fue depositado en un pozo que tenía unos “60 centímetros de profundidad”, según la fiscal, que estaba “tapado con escombros, rama y tierra”.

La dueña de la quinta llegó de manera sorpresiva a la propiedad, notó el montículo y denunció el hecho ante la policía.

La mujer, que vive en Berazategui, fue quien informó que días antes Garay la había llamado para pedirle autorización para enterrar en su jardín a un perro muerto.

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