Alumnos, padres, docentes y vecinos de la ciudad de Brandsen, se concentrarán este martes 12 de noviembre a las 18 horas, afuera de la Escuela Secundaria Media N°1 de dicha ciudad, en apoyo a Julia Fanlo, la directora que fue suspendida tras sancionar a dos alumnos que habían agredido una docente.
Tristeza e indignación en la comunidad educativa de la ciudad de Brandsen, por una medida insólita tomada contra la directora de una de las escuelas secundarias públicas más importantes del distrito.
Julia Fanlo, docente de larga trayectoria con un historial académico intachable y directora de la Escuela de Educación Secundaria Media N°1 de Brandsen, en los últimos días fue citada por autoridades de la Jefatura Distrital local para notificarla que habían decidido suspenderla por tres días, por haber sancionado a dos alumnos y considerar que la medida que ella había tomado era: “una medida disciplinaria autoritaria” y que no correspondía bajo ningún punto de vista, a pesar de que los alumnos habían insultado a una docente en reiteradas ocasiones al punto de hacerla llorar y ella no querer asistir a clase por “no saber como manejar la situación”.
“A fines de septiembre, principio de octubre, ocurre un incidente en horario de clases en donde la profesora ingresa a dar clases y dos alumnos se refieren a ella de una forma grosera, ordinaria y muy fuera del contexto del ámbito educativo -le dicen “profe… a Ud. no se la cog. nadie…? Seguro algún pelado..”- En su momento la profesora habló con los alumnos citó a los padres, habló con ellos y demás” relató Julia, la directora a detrasdelanoticia.com.ar
Tras ocurrido este episodio, la docente se cruza en la vía pública con los mismos alumnos quienes les habrían hecho gestos obscenos. Llama a la escuela llorando, muy angustiada, que no sabía como enfrentarse a ese grupo de alumnos, y que no asistiría a clases al dia siguiente.
“Al enterarme, tomo intervención, cito a los padres de los mismos y le pregunto a los alumnos qué se les había pasado por la cabeza para decir semejante barbaridad -ya que la escuela solo puede tomar intervención por lo que ocurre dentro de la misma-, y ninguno de los dos me supo contestar, sí me dijeron que le habían pedido perdón a la profesora, cosa que valoro y valoré porque todos nos podemos equivocar y pedir disculpas es el primer gran paso, más cuando hablamos de chicos de entre 13 y 14 años que están aprendiendo a formarse como personas, pero ante la gravedad de la situación me pareció que con sólo disculpas no alcanzaba, entonces como directora de la institución tomé una sanción disciplinaria para cada uno de los alumnos de 3 y 2 días de suspensión” siguió.
A quien dijo la agresión más fuerte le aplicaron 3 días de suspensión no consecutivas para que no pierdan la continuidad pedagógica, mientras que al segundo le aplicaron 2 días: “En el caso de la primer familia, la mamá estaba enojada conmigo porque me dijo. . . No, echelo de la escuela, porque lo que mi hijo hizo es muy grave. . . A lo que bueno, hablé con ella y le dije que lo que esperaba era seguir trabajando con su hijo para que se diera cuenta que esto no está bien hacerlo. La otra familia no estuvo de acuerdo con mi decisión, por lo que fueron a hablar con mis superiores y tomaron la decisión, de la cual fui informada el jueves pasado, de que la sanción era autoritaria y que no hice intervenir al consejo institucional de convivencia que tenemos en la escuela, por lo que me sancionan a partir del miércoles 13 de noviembre, por tres días” refirió angustiada.
“Si yo como adulta, como persona, como mamá y como docente responsable de una institución donde hay más de 800 alumnos, permito que hagan lo que quieran y que pidan disculpas y que con eso alcanza, qué les estoy enseñando a esos chicos? Que el día de mañana pueden ir a la calle a hacer cualquier cosa y que con pedir disculpas alcanza? A mi me parece que no. Está muy bueno pedir disculpas, es lo primero que uno debe hacer cuando uno se equivoca, pero las disculpas a veces no alcanzan”.
Cuando los superiores le informan a Julia sobre la medida que tomaron, le dijeron que tenía 72 horas para de apelación: “a lo que dije que no, de hecho firmé en conformidad con lo actuado porque no iba a cambiar mi decisión, porque no fue errónea, yo no aparté a los chicos del sistema educativo, los suspendí con trabajos prácticos y con una actividad de reflexión a modo de aprendizaje y hasta me ofrecí a ayudarlos, entonces les dije que me llamaran cuando me aplicaran la sanción, porque si yo soy la autoridad máxima de una institución tengo que hacer respetar a todas las personas que trabajan en este lugar, desde el primero al último y por igual. Esto me deja tristeza, después de 23 años de docencia, me deja tristeza porque digo…qué estoy haciendo sentada acá? Firmando y sellando… para eso me paga el estado? Para firmar y sellar?”. Cerró angustiada.
Este martes, a las 18:00 horas, alumnos, padres, docentes y vecinos de la ciudad, se concentrarán en la puerta de la escuela para pedir que levanten la sanción y que los auxiliares, preceptores y profesores de la institución dejen de ser agredidos.
