Un agente policial adoptó a la perrita que una mujer tiró a la basura: “Vamos a darle una buena vida”

Hernán Martin

El lunes 20 de marzo, una mujer arrojó a su perra en un contenedor de la calle Leopardi al 300, en Villa Luro.

Una vecina vio lo que pasaba y denunció la situación a la policía.

Según el informe oficial “el animal se encontraba en condiciones muy precarias, pero gracias al accionar de nuestros efectivos ahora se está recuperando. El maltrato animal es un delito: denuncialo llamando al 911″.

Mal comienzo, final feliz

César Fracuelli, oficial de la Comisaría 10 C de Villa Luro, decidió adoptar al animal: “Cuando me dijeron que venía a mi casa salí a comprarle todo“.

César, de 23 años, recordó cómo fue el rescate del animal: “Alrededor de las 2 de la tarde, una vecina que fue hasta el contenedor a tirar la basura, como todos los días, se asomó antes de hacerlo y vio que adentro había una perrita. Desde ahí mismo llamó al 911 y llegaron mis compañeros, los oficiales Santiago Quiroga y Darío Sandez, que constataron la denuncia y quienes fueron los que la rescataron y dieron intervención a la Justicia”.

César Fracuelli y la perrita rescatada.

El agente remarcó: “Cuando me notificaron del caso y que me haría responsable de la perrita, por un lado me puse muy mal por la situación que le tocó vivir y a la vez muy feliz porque se venía conmigo. Me habían dicho que cuando fueron al domicilio, notaron que había vivido en condiciones muy feas“.

El policía contó: “Apenas mis compañeros traen a la perrita a la comisaría, ellos mismos me informan que estaba ahí porque sabían que yo estaba queriendo adoptar un perrito. Justo se dio esto que fue feo, pero con un final feliz, por así decir”.

César relató: “Así como se le dio intervención a la veterinaria para controlar su salud, se le dio a un refugio, donde quedaría hasta que llegara otro dueño, pero yo dije que la quería adoptar”.

El agente se sinceró: “Mi único miedo era cómo se llevaría con mis gatos, tengo dos, y por suerte es muy cariñosa con ellos y ellos la aceptaron muy bien. Ahora está tranquila en casa, camina por todos lados. Juega con la perrita de mi vecina”.

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