Viajó desde República Dominicana hasta Argentina para salvar la vida de su hijo

Belén Hobaica

Se trata de Arianny Sánchez Pichardo, de 23 años. En su país no había ninguna institución médica que hiciera la intervención que necesitaba su hijo y viajó desde su país hasta la Argentina para salvarle la vida.

Arianny es dominicana, tiene 23 años y viajó a la Argentina para salvar la vida de su hijo, Jesús.

En agosto, Arianny recibió la noticia de que su hijo necesitaba un trasplante hepático para poder sobrevivir, algo que no se realizaba en ninguna institución médica en Republica Dominicana.

Jesus, su hijo, nació prematuro a los siete meses. Antes de ser mamá, la joven de 23 años vivía con su padre y hermana de 15 años y estudiaba derecho. La pandemia cambio sus planes y tuvo su primer bebé producto de la relación con su vecino.

“Por un lado, la pandemia puso mis estudios en pausa, yo sueño con ser fiscal. Al mismo tiempo, empecé a tener problemas con el embarazo, tenía presión alta, me subía el azúcar en sangre, era peligroso. Hasta que Jesús nació a los siete meses y ahí empezaron otras complicaciones”, expresó Arianny.

Jesus nació prematuro a los 7 meses, presentando dificultades, estaba amarillo y tenía la panza hinchada.

Jesús nació con la piel amarilla y la panza hinchada, había nacido sin vías biliares y necesitaba un trasplante hepático.

“Lo tuvieron que estudiar un montón para llegar a esa conclusión. Y no quedaba otra opción que un trasplante, me lo dijo el médico y la gastroenteróloga. Yo sufrí mucho en ese momento porque, según me dijeron, el único trasplante hepático que se hizo en República Dominicana a un niño fue a uno de ocho años. Pero nadie quería hacer una cirugía semejante en un bebé”, afirmó Sánchez Pichardo.

Sólo quedaba una alternativa, viajar a la Argentina, donde el trasplante era posible. Ante eso, la joven confesó que: “Pensé que iba a ser un problema sin solución. Ya me habían dicho que Jesús solo podía vivir un año más en esas condiciones. Me dijeron que el trasplante se podía hacer en la Argentina, pero yo no tenía la más mínima idea de cómo iba a llegar hasta Buenos Aires”.

A partir de ese momento le recomendaron ver a una médica en Santo Domingo, la capital de su país. Viajo junto a su tía Jaqueline. La medica se contactó con la fundación EHTE, que significa Experto en Trasplante Hepático.

La única alternativa para salvar la vida de su hijo era viajar a la Argentina, afortunadamente todo salió bien.

La fundación tiene el objetivo de promover la formación de médicos, la investigación científica y la derivación de pacientes a centros donde puedan acceder a procedimientos quirúrgicos de alta complejidad.

Gracias a aquella médica Arianny se puso en contacto con la fundación y comenzaron los trámites para lograr el traslado y la cirugía en un hospital de máxima compljidad. Sin embargo, cuando todo mejoraba otro obstáculo apareció: encontrar un donante.

“Le dije a mi tía que yo quería ser la donante. Entonces me hicieron estudios y concluyeron que éramos compatibles. Me puse a llorar de la emoción porque si no se hubiera complicado la situación. Tuve suerte en muchos sentidos, hay muchas familias que no logran acceder a todo lo que yo accedí. Estoy muy agradecida con la fundación, el Hospital Austral y los doctores Martín Fauda y Ariel González Campaña, cirujanos de la Unidad de Trasplante Hepático del hospital”, concluyó la joven de 23 años.

La operación fue realizada con éxito y Jesus se encuentra recuperándose en República Dominicana. “Los médicos dicen que incluso el pedacito de hígado que le doné ya se debe haber regenerado” dijo Arianny con entusiasmo.

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