Habló la vecina que trató de salvar a Lucio Dupuy: “Mientras intentábamos reanimarlo, Abigail no hacía nada”

Hernán Martin

Haydee Suárez Ulloa, de 60 años, fue la vecina que intentó salvarle la vida a Lucio Dupuy, el niño de 5 años asesinado a golpes por Magdalena Espósito Valente y Abigail Páez, su madre y su madrastra.

Un testimonio desolador

Según establece la causa, el 26 de noviembre de 2021, a las 21:26 horas, Páez salió de su casa en Allan Kardec, en Santa Rosa, La Pampa, y corrió dos cuadras con Lucio en brazos, ya moribundo, tras haberlo golpeado brutalmente.

De esta forma llegó a la salita de Primeros Auxilios donde la ayudaron Sebastián Mourino, Elsa Quintín y Haydee. La mujer rememoró los hechos.

“Mi casa está a tres cuadras de donde vivía Lucio. En frente está la salita de Primeros Auxilios. Y ahí afuera, en la vereda, asistimos a Lucio esa noche. Lo pusimos en el piso, debajo de un árbol, para intentar reanimarlo. El día que pasó lo de Lucio, la salita estaba cerrada. Por eso lo asistimos nosotros”, recordó Suárez Ulloa.

La mujer remarcó: “Yo le dije a Sebastián que pusiera al niño en el piso, porque estaba convulsionando. Y entonces mi vecino empezó a hacerle respiración boca a boca, le apretó el pecho para practicar RCP y nada. No reaccionaba. Entonces fui a llamar a Elsa (Quintín), mi vecina enfermera”.

Haydee contó que Páez le pidió ayuda a la policía “pero le dijeron que ellos no podían trasladar al niño al Hospital, pero le dijeron que habían llamado a la ambulancia. Entonces le volví a preguntar qué había pasado. Y ahí ya me cambió el relato. Dijo que había salido cinco minutos, en vez de diez, y que cuando volvió encontró la casa revuelta y al niño tirado en el patio”.

Un viaje desesperado

La mujer remarcó: “De pronto, es como si Lucio hubiera vuelto a respirar. Entonces le dije a Sebastián si podía llevar a Lucio urgente al Hospital. Y Lady, su mamá, agarró el auto y lo llevaron. Si no hacíamos eso, Lucio moría ahí”.

Haydee recordó un detalle muy importante: cuando iban a llevar al niño al hospital, Páez no quería acompañarlos. “Primero no quería subir. Preguntaba a dónde íbamos y yo le dije que subiera, que iban al hospital. Pudimos hacerla subir y se fueron para el Evita. La ambulancia llegó media hora después”, rememoró.

El peor dolor

Suárez Ulloa todavía se siente muy mal por lo que vivió en ese momento: “Estábamos desesperados por la situación de emergencia y no pudimos notar nada. Yo pensé que había sido una convulsión. Le toqué las manitos, le toqué la carita, y estaba frío. Tenía los pelos mojados y llevaba puesta una camiseta de Boca, un pantalón corto y zapatillas”.

Haydee señaló que Páez se mantuvo indiferente ante lo que le pasaba al niño: “Ella no hacía nada. Ni preguntaba qué pasaba, qué iba a pasar. Nada. Estaba de brazos cruzados. Qué nos íbamos a imaginar si no la conocíamos. Después, Sebastián me dijo: ‘¡Tuvimos a la asesina del nene al lado nuestro’. Nunca pensamos que nos iba a tocar esto”.

La mujer contó cómo se enteró de la muerte del niño: “Vino la mamá de Sebastián del hospital, me contó y nos pusimos a llorar. Esa noche no pude dormir. Al otro día me levanté con mucho dolor de cabeza y tenía la presión por las nubes. Y tuve que ir a la salita a atenderme”.

El pedido de Haydee

Suárez Ulloa fue contundente: “Después que Lucio murió, hubo vecinos de ellas que contaron que escuchaban gritos y ruidos. ¿Cómo nadie dijo nada? Quiero que ellas estén en cárceles separadas, que paguen por lo que hicieron. Es muy grave lo que hicieron con el nene. Lo hicieron sufrir y eso no se hace con una criatura. Quiero que Lucio descanse en paz”.

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