Familiares, amigos y compañeros de colegio le dieron el último adiós a Agustín Irustia, de 17 años, una de las cuatro víctimas del rayo que cayó en una playa de Villa Gesell el jueves último.
El padre Olivera, sacerdote de la ciudad se hizo presente para acompañar en el dolor a la familia Iristía.
“Toda la familia y la comunidad está de luto. Sobre todo de los abuelos que concurren a nuestra parroquia. Estamos aquí, trayendo el consuelo y la esperanza, rezando con los chicos, compartiendo el dolor y ayudando a sostener este momento tan difícil. Sólo la esperanza en Dios va a ayudar a estas familias”, señaló el párroco.
El sepelio fue a las 12 en el cementerio Parque de la Quebrada ubicado en Potrero de los Funes.
El cuerpo del adolescente había sido velado durante toda la noche en la sala ubicada en calle San Juan y en horas del mediodía el cortejo partió hacia su morada final.
Centenares de coronas de flores llegaron desde todos los ámbitos en los que se desempeñaba Agustín.
“Un amigo nunca se olvida”, rezaba la leyenda en una de las coronas.
Escenas de profundo dolor se vivieron cuando finalmente los restos de Agustín fueron sepultados.
Sus desconsolados padres no encuentran respuestas a esta tragedia.
En tanto que los restos de su prima, Priscila Ochoa fueron trasladados por tierra a San Luis y permanecerán en la morgue judicial a la espera del arribo del resto de la familia que demorará su llegada hasta tanto reciba el alta Salma Ochoa, su otra hija internada en el Hospital de Mar del Plata, con un buen pronóstico.
Está previsto que mañana domingo o el lunes sería el velatorio de la adolescente.
Los restos de los otros dos jóvenes que murieron por la descarga eléctrica del rayo también se encuentran en sus lugares de orígenes.
Se trata de Gabriel Rodríguez, de Henderson, y Nicolás Elena, de Junín.
Informe de Eduardo Olivares.
Fuente: Cadena 3
