Mientras crece el hábito de comprar productos internacionales desde el celular, dos nombres dominan la escena en Argentina: Shein y Temu. Ambas plataformas se volvieron sinónimo de precios bajos, compras impulsivas y videos virales en redes sociales. Pero más allá del furor que generan, sus modelos de negocio y estrategias son diferentes, y eso impacta directamente en la experiencia de los usuarios.
Cuál es la diferencia entre Shein y Temu
Aunque ambas comparten el objetivo de vender a bajo costo y con envíos internacionales accesibles, Shein se enfoca casi exclusivamente en indumentaria y accesorios, mientras que Temu ofrece una propuesta más diversa, con productos que van desde gadgets electrónicos hasta artículos de cocina y herramientas.
- Shein: centrado en moda rápida (ropa, calzado, bolsos, bijouterie).
- Temu: catálogo más amplio que incluye electrónica, hogar, juguetes, accesorios de automotor, herramientas y más.
- Logística: Shein suele fabricar bajo demanda, Temu trabaja con stock y precios variables según el proveedor.
- Interfaz: Temu aplica dinámicas más similares al juego con descuentos, sorteos y temporizadores.
Por qué son tan populares en Argentina
La aparición de estas plataformas en el consumo local tiene razones estructurales, pero también culturales:
- Sistema de courier vigente: permite compras de hasta USD 50 por envío sin impuestos, hasta 12 veces por año, sin intervención aduanera.
- Precios ultra competitivos: productos similares en el mercado argentino pueden costar entre el doble y el triple.
- Tácticas de marketing virales: descuentos por referidos, cupones por jugar en la app, sorteos constantes.
- Variedad de talles: ofrecen desde talles muy pequeños hasta extra grandes, algo escaso en la oferta local.
- Contenido viral: los “hauls” de Shein y Temu, donde se muestran las compras, tienen millones de visualizaciones en redes.
Qué riesgos implica comprar en Shein o Temu
El acceso fácil y económico también tiene su contracara. Las experiencias de usuarios muestran que, en algunos casos, la calidad de los productos no se ajusta a lo promocionado, y muchas veces las devoluciones o cambios no son viables. Además:
- Algunas prácticas fomentan la compra impulsiva mediante cuentas regresivas o alertas de stock.
- Videos de “lo que pedí vs. lo que me llegó” exponen la brecha entre expectativa y realidad.
- La lógica del fast fashion tiene consecuencias: contaminación, residuos textiles y condiciones laborales precarias.
Qué son los patrones oscuros y cómo influyen en el consumo
Una de las preocupaciones en torno a estas plataformas es el uso de “patrones oscuros”: diseños y funciones digitales pensadas para manipular al usuario y alentar decisiones rápidas, sin reflexión.
- Alertas de tiempo limitado
- Simulación de escasez (“quedan pocas unidades”)
- Recompensas por gastar más
- Mensajes de urgencia (“otro usuario está mirando este producto”)
Estos elementos estimulan la ansiedad, sobre todo en jóvenes y adolescentes, que son uno de los públicos principales de estas apps.
Impacto en adolescentes y familias
Según especialistas, el uso de estas plataformas puede derivar en comportamientos compulsivos en adolescentes. En muchos casos, el acto de comprar se convierte en un plan recreativo o una vía de integración social, especialmente cuando se comparte el contenido en redes.
- Lucía Fainboim, experta en ciudadanía digital, remarca la importancia de hablar en familia sobre el impacto del consumo.
- La conversación sobre sustentabilidad, derechos laborales y huella ecológica se vuelve indispensable.
- Se recomienda fomentar el consumo reflexivo y acompañar activamente a los más chicos en sus elecciones online.
Qué pasa en otros países
En Francia ya se votó una ley “anti Shein”, que apunta a frenar prácticas de marketing desleal y falta de transparencia en estas plataformas. Además, busca proteger al consumidor de estrategias manipuladoras, como los patrones oscuros, y generar mayores estándares de calidad.
Este debate no es ajeno a Argentina, donde el crecimiento acelerado del comercio digital globalizado obliga a pensar nuevas formas de regulación, protección del usuario y educación para el consumo consciente. Mientras tanto, Shein y Temu siguen creciendo, tanto en ventas como en impacto cultural.