¿Se avecina el invierno más frío en 60 años? Esto es lo que dicen los expertos

Durante las últimas semanas, publicaciones virales y audios anónimos instalaron la idea de que Argentina se prepara para un invierno “histórico”, con temperaturas que no se habrían visto en los últimos 60 años. La frase se multiplicó en redes sociales y encendió la preocupación de miles de personas que ya imaginan heladas permanentes, cortes energéticos y récords térmicos negativos. Sin embargo, detrás de la alarma quedan preguntas sin respuesta: ¿de dónde salió la versión y qué dicen, hoy, los modelos oficiales?

De dónde nace la versión polar

El rumor comenzó en los últimos días con capturas de gráficos sacados de contexto y mensajes que aseguraban la presencia de una masa de aire antártico “estacionada” sobre el Cono Sur. Las imágenes, compartidas sin aclarar fecha ni procedencia, incluían números azules intensos y términos técnicos que le daban apariencia científica. A las pocas horas, algunos portales y cuentas de noticias replicaron la advertencia, amplificando la sensación de inminente ola polar. La expresión “el invierno más frío en 60 años” quedó instalada, aunque ninguna de esas publicaciones citaba estudios revisados ni fuentes oficiales.

Qué muestra el termómetro oficial

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó su Pronóstico Climático Trimestral para mayo-junio-julio. El informe, basado en modelos globales y estadísticos, no prevé un descenso térmico extraordinario: asigna mayor probabilidad a valores “normales o superiores a lo normal” en la zona central y el norte del país, mientras que la Patagonia mantendría condiciones frías habituales para la estación. El documento también señala la transición a condiciones neutrales del fenómeno El Niño, un escenario que históricamente modera la posibilidad de irrupciones polares prolongadas.

Las claves que vigila la ciencia

Especialistas consultados explican que, para que se registre un invierno récord, deberían coincidir varios factores: una Oscilación Antártica (AAO) negativa y persistente, un anticiclón del Atlántico desplazado al este—que facilite el ingreso de aire polar— y la ausencia de pulsos cálidos desde Brasil. Por ahora, ninguno de esos ingredientes se mantiene de manera sostenida. El meteorólogo Alpio Acosta, conocido por su lenguaje directo, fue categórico al respecto: “No hay indicios serios de un invierno extremo; cada año aparecen estas predicciones apocalípticas y luego la realidad resulta mucho menos dramática”.

Qué podría ocurrir región por región

En la Patagonia se esperan nevadas frecuentes y mínimas por debajo de cero durante varios días consecutivos, un panorama típico que requiere precaución en rutas y logística. En la franja central—incluida la provincia de Buenos Aires—los modelos anticipan una alternancia entre irrupciones frías y breves repuntes templados; es decir, heladas agronómicas sí, pero no un congelamiento sostenido. El Litoral y el NOA verían mínimas algo por debajo de la media en determinadas jornadas, aunque lejos de los números históricos que circulan en redes. Para el Área Metropolitana, el SMN proyecta noches frías, con la posibilidad de dos o tres episodios de ola de frío, pero sin registros que quebrarían marcas de la última década.

Cómo prepararse sin caer en el alarmismo

Con los primeros fríos a la vuelta de la esquina, los expertos recomiendan revisar artefactos de calefacción, ventilar los ambientes para evitar intoxicaciones por monóxido y mantener actualizado el esquema de vacunación antigripal, sobre todo en personas mayores y grupos de riesgo. Las alertas por bajas temperaturas—emitidas a 24 o 48 horas—siguen siendo la herramienta más fiable para planificar actividades, resguardar cultivos y evitar contratiempos en la ruta. Por ahora, el mensaje clave es claro: la ciencia no avala un invierno de récord absoluto, aunque sí anticipa los clásicos pulsos polares que cada temporada obligan a abrigarse y estar atentos. Mantener la calma, informarse en fuentes oficiales y evitar la circulación de datos dudosos sigue siendo la mejor estrategia para atravesar la estación fría.

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