¿Qué le sucede a nuestro cerebro cuando compramos?

Sofía Martínez

¿Qué relación hay entre nuestro cerebro y las compras? ¿Por qué las personas compran? Son preguntas que la neurociencia ha intentado responder, ya que el cerebro se comporta de manera diferente a la hora de entrar a un negocio.

Para comenzar, debemos entender que es el neuromarketing: la cual es aplicada como metodología de investigación para analizar y comprender el cerebro humano relacionado al mercado y al consumo de productos.

De esta manera, las empresas ofrecen sus productos mediante publicidad, con un estudio previo de nuestro comportamiento.

El cerebro y las compras

En la mayoría de las veces, las compras no son una necesidad, sino un deseo. Esto se le atribuye a la influencia del marketing utilizado por las empresas.

Muchos estudios se han centrado en aplicar emociones en la publicidad, ya que eso conecta con sensaciones agradables y la parte más primitiva del cerebro decide por comprar el producto.

El camino a la emoción pasa a través de nuestras experiencias sensoriales y la emoción es una de las fuerzas más poderosas que determinan lo que compramos.

A consecuencia, se ha encontrado que la publicidad tiene un enfoque principalmente emocional. Esto quiere decir que, a través de diferentes percepciones que se relacionan con un objeto, se despiertan emociones positivas. Por ejemplo, los olores de la infancia a través de productos para bebés.

Además lo más importante para el marketing, se podrán asociar estas sensaciones positivas no solo con un producto si no también con una marca.

¿El miedo también nos hace comprar?

En la actualidad, a causa de la pandemia y la cuarentena, las publicidades se han volcado a productos esenciales y de salubridad.

De esta manera, los estudios realizados para vender mejor un producto aprovecharon la sensación de temor de los consumidores para convencerlos que su productos podrá protegerlos.

Claro que, algunos son de gran utilidad, y son necesarios en nuestra vida cotidiana, pero el secreto de su éxito, está en la asociación de nuestro cerebro con la perturbación que se crea a través del marketing.

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