Consejos para prevenir el síndrome urémico hemolítico

Ignacio Hernández

Por Delfina Fahey

Cada 19 de agosto se conmemora el Día Nacional de la Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico conocido como SHU, enfermedad causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Escherichia Coli, productora de la toxina Shiga (STEC), que puede generar insuficiencia renal y afectar a distintos órganos del cuerpo.

¿Dónde se encuentra la bacteria?

La bacteria puede encontrarse en la carne, en las frutas y verduras, en la leche o lácteos sin pasteurizar e incluso en el agua, si no es potable, puede transmitirse por el contacto con las manos, si no se toman medidas de higiene adecuadas.

¿A quiénes afecta?

El Síndrome Urémico Hemolítico afecta a niños y niñas, menores de 5 años principalmente, pero también a embarazadas, adultos mayores y personas con un sistema inmunológico debilitado. Es la primera causa en el país de insuficiencia renal aguda en lactantes e infantes, y la segunda de enfermedad renal crónica.

¿Cuáles son los síntomas?

Algunos de sus síntomas son: diarrea (generalmente con sangre), dolor abdominal, vómitos, convulsiones y anemia. La Argentina tiene la tasa de incidencia más alta del mundo en niñas y niños.

¿Cómo prevenir esta enfermedad?

Este enfermedad puede prevenirse con algunas recomendaciones:

  • Lavarse las manos con agua y jabón, antes de estar en contacto con los alimentos, después de ir al baño o de cambiar pañales.
  • Cocinar las carnes completamente. Prestar particular atención a que estén bien cocidas, tengan color homogéneo y no desprendan jugos. La bacteria se destruye a los 70ºC.
  • Evitar el consumo de carne picada en menores de 5 años.
  • Prevenir la contaminación cruzada, separando los alimentos crudos de los cocidos y utilizando distintos utensilios para cada uno.
  • Conservar la cadena de frío de los alimentos, en heladera o freezer.
  • Lavar con agua potable y desinfectar las frutas y verduras: colocar 3 gotas de lavandina apta en 1 litro de agua, sumergir durante 10 o 15 minutos, y luego enjuagar.
  • Consumir agua potable y ante la duda, hervirla cinco minutos o clorarla con dos gotas de lavandina apta para agua por litro, dejándola reposar por media hora.
  • Elegir siempre leche y lácteos (quesos, yogures) pasteurizados. Lo mismo al consumir jugos de frutas.

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