Preocupación por el aumento de casos de estafas telefónicas

Francisco Díaz

La cantidad de estafas telefónicas aumentó considerablemente en los últimos meses. Ante el escenario de crisis económica que atraviesa todo el país y el estado de necesidad que deriva en peligrosos descuidos, sobre todo en personas mayores, se multiplica este tipo de engaños, más conocido como “cuento del tío”. Estas artimañas afectan generalmente a clientes del sistema financiero en todo el país, aunque también se registran muchos casos en las ventas de electrodomésticos de las grandes empresas, y además otros suelen utilizar una falsa pertenencia a la Ansés (Administración Nacional de Seguridad Social).

Los episodios delictivos se repiten, hay cada vez más víctimas y las consecuencias suelen ser muy dañinas para los estafados, quienes pierden sus ahorros frente a bandas cada vez más organizadas.

Según los especialistas, hay algunos rasgos, conductas, y características que se repiten. Se verifica un modus operandi que puede ser advertido, si se tienen en cuenta algunas recomendaciones básicas. Habitualmente, los estafadores contactan a las personas a través de: llamados telefónicos, correos electrónicos, mensajes de texto, o a través de las redes sociales.

Además, hay temas recurrentes que se utilizan para que el damnificado caiga en la trampa. Uno muy utilizado es la obtención de un importante premio, que puede llegar a ser un auto cero kilómetro, premios de dinero en efectivo mediante un sorteo, planes de ahorro a precios sospechosamente bajos, televisores o electrodomésticos de alta costo.

Otros delincuentes se hacen pasar por representantes de Ansés y ofrecen realizar trámites para acceder a la reparación histórica.

En otras ocasiones ofrecen dinero en efectivo, cambio de dólares viejos por nuevos, créditos personales para consumo, y también cambio de moneda nacional o extranjera por medidas económicas.

También recurren a supuestos llamados desesperados en los que plantean un accidente de algún familiar o un hipotético secuestro. Suelen llamar en horarios nocturnos, o en horarios de la siesta, desde números privados o teléfonos con características de otras provincias. Por ello, se recomienda no atender llamados de estas características o cortar rápidamente la llamada.

A veces, los estafadores se contactan con sus víctimas asegurando que hubo un negocio que ya se realizó por el que debe pagar una suma de dinero, o intentan convencer a la víctima de que contrató un servicio o adquirido un préstamo, o que es garante de un contrato o, que ganó un importante premio.

De esa manera, ante la amenaza de iniciar acciones legales, o ante el entusiasmo de haber ganado un sorteo, se incita a la persona para que pague una cantidad de dinero, deposite una seña, o se haga cargo de los gastos administrativos. Hay una modalidad que se repite en la mayoría de esos casos, y consiste en que el estafador exige que el depósito de dinero se haga a la brevedad, para evitar que el ciudadano tenga el tiempo necesario para evaluar y analizar lo que le están reclamando u ofreciendo.

En todos estos casos, para acceder a estos “supuestos beneficios” o “sorteos”, les piden a las víctimas que hagan un pago previo o transferencia bancaria a través de cajeros automáticos. Con esos mecanismos, los estafadores logran conseguir y generar claves de canales automáticos como homebanking o nuevas aplicaciones, para tomar los fondos de las personas engañadas.

Es en ese momento, cuando los delincuentes intervienen en el engaño, se hacen pasar por un familiar, obtienen datos claves, hablan con autoridad, tratan de agradar y una vez que lo logran, cometen la estafa. También se meten a través de las redes sociales, donde miles de personas exponen sus vidas con fotos, datos e información que es aprovechada por los encargados de estafar.

En la enorme mayoría de estos casos, las víctimas son jubilados y pensionados, personas de edad avanzada, personas con problemas económicos o sin acceso a créditos bancarios, y personas desprevenidas.

Algunas modalidades se repiten. Muchas veces, los estafadores se contactan telefónicamente con la víctima, simulando ser un familiar y le hacen creer que determinados billetes saldrán de circulación, que habrá una devaluación, o que se impondrá un corralito bancario.

Ante eso, el supuesto familiar le dice a la víctima que tenga todos sus ahorros disponibles y que una persona pasará a buscarlos por su domicilio. Y quien llama a la víctima no permite que se corte la comunicación para mantener el diálogo hasta que un tercero pase a buscar el dinero.

Muchas veces, estos adultos no saben qué hacer para evitar estas estafas telefónicas. Frente a estas situaciones, deben tener en cuenta que nunca hay que dar datos personales, ni de la familia. Tampoco brindar datos bancarios. Y no permitir ser conducidos por teléfono para el uso de cajeros automáticos.

En ningún caso hay que entregar dinero. Tampoco se debe ir a cajeros automáticos o cajas de seguridad, luego de recibir este tipo de llamadas. Mucho menos hacer transferencias.

No hay que brindar claves bancarias, a nadie. Los especialistas remarcan que ningún banco, empresa u organismo oficial puede retirar dinero de una casa, ni le entregará premios mediante esta modalidad.

En tanto, desde Ansés detallan que la entidad sólo realiza trámites de reparación histórica en sus sedes oficiales o a través de su sitio web.

En todos estos casos hay que alertar siempre a familiares y amigos. Y, sobre todo, hay que cortar la comunicación y llamar rápidamente al 911.

Otros usan los correos electrónicos para cometer ilícitos. Se trata del “phishing”, un método que usan los delincuentes cibernéticos para obtener información confidencial como contraseñas y datos bancarios. Ante este tipo de avances, hay sugerencias para evitar problemas.

Si hay dudas acerca de un correo recibido, no hay que abrirlo, ni responderlo. Hay que verificar que el mail corresponda a un remitente desconocido.

No hay que hacer click en un link que venga incluido en un mail de un desconocido, ni abrir archivos adjuntos dentro del correo, en particular planillas, documentos o PDFs.

Hay que comprobar que la página web en la que se ingresó, sea una dirección segura. En ese sentido, debe empezar de la siguiente manera: https:// y mostrar un ícono de un candado cerrado en la barra de estado del navegador.

De sospechar que se es víctima de phishing, hay que cambiar de forma inmediata todas las contraseñas y ponerse en contacto con el Banco. Además, hay que mantener el sistema operativo y el antivirus actualizado.

Los especialistas en seguridad destacan que nunca un banco enviará un correo electrónico para informar sobre la acreditación de una transferencia. Tampoco enviará correos electrónicos o realizará llamadas telefónicas solicitando comprobación o actualización de la clave o usuario de homebanking.

En ese sentido, también hay que tomar algunas precauciones cuando se utiliza el homebanking. En primera instancia, hay que evitar su uso en lugares públicos, como cybercafés, o locutorios. En caso de tener que hacerlo, es recomendable utilizar el teclado virtual, ya que así se puede ingresar el número de documento, la clave y el usuario. De esta manera, se evita que alguien pueda copiar la información desde ese equipo.

Hay que cambiar la clave de acceso con frecuencia. Es conveniente comprobar el acceso a sitios seguros. Hay que deshabilitar la función de autocompletar. No hay que introducir información personal, ni financiera, en ventanas emergentes.

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