La Legislatura de la provincia de Buenos Aires aprobó este lunes, con el respaldo de más de dos tercios de sus miembros, la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) previstas para este año.
La sesión había sido postergada la semana pasada tras el fallecimiento del papa Francisco, y finalmente marcó el inicio de una negociación clave: modificar los plazos establecidos en el artículo 61 de la ley electoral 5109, vigente desde mediados del siglo pasado.
El acuerdo para suspender las PASO fue logrado con un amplio consenso en la Cámara de Diputados bonaerense. Sin embargo, el tema no quedó cerrado: ahora comenzará un nuevo debate impulsado por la Junta Electoral, que reclama la necesidad de ampliar los plazos electorales a través de una nota dirigida formalmente a los legisladores.
En cuanto a los rechazos, se manifestaron en contra los dos bloques de la Izquierda y la diputada Lucía Klug, del espacio Patria Grande que lidera Juan Grabois. También expresó su oposición el diputado oficialista Ricardo Lissalde, del Frente Renovador de Sergio Massa.
Durante el debate, el diputado Gustavo Pulti —una de las nuevas figuras legislativas del oficialismo— advirtió:
“Suspendidas las PASO, es imprescindible contar con nuevos plazos acordes a las condiciones materiales de hoy. Algunos, como las hienas, se revuelcan en el barro. La Junta Electoral está diciendo que requiere más plazo que el vigente tras la suspensión”.
Actualmente, la legislación electoral de Buenos Aires fija apenas 30 días entre el cierre de listas y la fecha de los comicios. Sin embargo, la Junta Electoral sugiere extender ese período a 50 días, mientras que en su proyecto inicial, el gobernador Axel Kicillof había planteado una ampliación aún mayor: 70 días.
Con la suspensión de las PASO ya sancionada, ahora el oficialismo y la oposición deberán encarar un nuevo capítulo: redefinir el calendario electoral bonaerense en medio de una campaña que promete ser intensa y cargada de tensiones.