Murió Domingo Liotta: el creador del corazón artificial y médico personal de Perón

Belén Hobaica

El cardiocirujano falleció a sus 97 años de edad en la Ciudad de Buenos Aires, la noche del 31 de agosto. Liotta era el responsable del primer uso clínico de un corazón artificial y médico personal de Juan Domingo Perón.

Domingo se encontraba internado en el Hospital Italiano de la Capital Federal y murió finalmente la noche del 31 de agosto a causa de una isquemia intestinal.

¿Quién fue Domingo Liotta?

Nació el 29 de noviembre de 1924 en la localidad de Diamante, en la provincia de Entre Ríos; en 1943 comenzó a estudiar medicina en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Hacia 1955 desarrolló una técnica de diagnóstico precoz del tumor de páncreas y de la ampolla de Vater, pero con la “Revolución Libertadora” y la desinversión en ciencia y educación, se vio obligado a exiliarse a Francia, donde continuó su carrera en la Universidad de Lyon.

En 1958 regresó al país y comenzó sus primeros trabajos sobre el corazón artificial. Primero lo probó en perros, hazaña por la que fue contratado en la Escuela de Medicina de Baylr, en Houston, Estados Unidos en 1961.

Allí se desempeñó como director del programa del Corazón Artificial del cirujano cardiovascular e investigador estadounidense Ellis DeBakey. Todas sus investigaciones y desarrollo profesional lo acercaron a Domingo Perón quien lo nombró secretario de Estado de Salud Pública en 1973 y lo designó como su médico personal.

En aquel entonces redactó las leyes del Sistema Nacional Integrado deSalud, que declara la salud como “derecho básico” de todos los habitantes del país, y la de la Carrera Sanitaria Nacional que la dictadura de 1976 derogó.

Durante la presidencia de Carlos Menem, entre 1994 y 1996 fue secretario de Ciencia y Tecnología y presidente del Consejo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicet). A su vez, fue fundador de la facultad de Medicina de la Universidad de Morón y vicerrector de aquella institución desde 2013 a 2017.

Ha publicado más de 400 artículos científicos y era propietario de doce patentes de invención en nuestro país, Estados Unidos y Francia. “Se fue un grande de verdad, se fue un pionero. Un incansable. Lo han comparado con (René) Favaloro pero siempre fue perfil bajo. Nunca quiso abrir una clínica privada. Un tipo desapegado al dinero y unido a la familia. Su gran preocupación fue la humanidad”, dijo Patrick Liotta, uno de sus seis hijos.

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