La Cámara de Apelaciones de La Plata resolvió confirmar las prisiones preventivas de los diez ex policías detenidos por la masacre de San Miguel del Monte, como así también la libertad de Cristian Righero y Juan Gutiérrez, también funcionario, sobre quien la Justicia considera que no hay elementos para mantenerlos detenidos. Están libres por falta de mérito.
Cuatro de los implicados están acusados de homicidio doblemente agravado por abuso de su función como miembro de fuerzas policiales y por el empleo de armas de fuego. Se trata del capitán Rubén García, los oficiales Manuel Monreal y Leonardo Ecilape y el subayudante Mariano Ibáñez.
Son -nada más y nada menos- quienes iban en los dos patrulleros que siguieron al Fiat 147 a los tiros. Dos de ellos fueron quienes dispararon y una de esas balas impactó en el muslo de una chica.
Además, por falsedad ideológica de instrumento público agravado, encubrimiento, abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público, seguirán detenidos Franco Micucci, José Manuel Durán, Nadie Genaro, Melina Blanco y José Alfredo Domínguez. El último implicado es el ex secretario de Seguridad de Monte, Claudio Martínez.
“El trámite ordinario va a continuar en la fiscalía después de la feria judicial y se van a seguir tomando testimoniales y medidas de prueba que van a terminar confirmando que esta causa va a ir a juicio oral con estas diez personas detenidas de trece imputados”, detalló quien hasta el lunes fue el abogado de la familia de Aníbal, Andrés Gauto Cardozo.
La trágica madrugada de mayo
Aníbal Suárez (22), misionero que vivía en San Miguel del Monte, manejaba su Fiat 147 junto a Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13), Danilo Sansone (13) y Rocío Quagliarello.
En determinado momento de la madrugada del 20 de mayo, el móvil policial se acercó y comenzó a seguirlos, por lo que Suárez tomó la colectora 9 de Julio. En los videos de seguridad que trascendieron se puede apreciar que al principio no circulaban a alta velocidad, pero a la altura del cruce de esa vía con la calle Nolasco López, el Fiat 147 impactó contra el acoplado de un camión estacionado.
El coche terminó literalmente partido al medio y pese a que los uniformados quisieron modificar la escena, las actas y mintieron en sus testimonios, hoy están más que comprometidos.
