Misiones: Un hombre afirmó que fue secuestrado por el “pombero”

Francisco Díaz

Un hombre de 71 años estuvo desaparecido por once días en la provincia de Misiones, y tras ser hallado por efectivos policiales locales y familiares, dijo haber sido atrapado por el “pombero”, un particular personaje que dicen los nativos “vive en la selva mesopotámica”.

Esta historia tiene como protagonista a Carlos Simon, quien toda su vida trabajó en la chacra, con el esfuerzo físico que ello implica. A los achaques de su edad, hace seis meses les agregó un ACV que le dejó secuelas en la vista y restó movilidad a sus piernas.

Pero a pesar del deterioro de su salud, vivió algo que sorprende a su familia, vecinos y autoridades que lo buscaron durante once días por montes y colonias, hasta que finalmente fue encontrado a unos ocho kilómetros de su casa, recostado sobre unas ramas, a orillas del arroyo Chapá.

“Lo van a encontrar vivo, al lado del agua”, vaticinó dos días antes un curandero de la zona ante la consulta desesperada de Mariana, la hija de don Carlos.

Coincidencia o milagro, pero sucedió tal cual. El último martes, alrededor de las 15.30, un sobrino del anciano fue el primero en divisarlo y, tras un primer golpe de ojo, creyó que no respiraba.

“Ya no tenía fuerza para caminar porque no comí nada en once días. Sólo tomé agua y naquié (masqué) mi tabaco en cuerda que tenía en el bolsillo. Estaba recostado en la sombra y me dormí. En un momento pensé que estaba soñando que me llamaban, pero había sido que era mi sobrino que me encontró. Ya era hora, le dije todavía”, comentó con una sonrisa a medias.

Don Simon (quien vive en el Paraje Chapá) aseguró a El Territorio no recordar cómo salió de la vivienda y su relato adquirió color mitológico. Su hija siguió atentamente el relato que ratificó lo que tantas veces escuchó en rondas de mate, ya que en la colonia es habitual contar casos de seres míticos.

“Muchas cosas no recuerdo ni sé cómo me perdí. Me di cuenta y estaba en el medio del monte, descalzo porque perdí mis zapatos. Quería volver a casa pero no encontraba camino ni trillo. Caminé, caminé y quedó de noche. Me acuerdo que hizo frío, que llovió”, precisó.

En ese punto su hija acotó que la primera noche llovió torrencialmente y hasta cayó granizo, aunque en ese momento la familia creía que el abuelo estaba en casa de un hermano: “El viernes (30 de agosto) mi esposo se levantó a las 6 y papá ya no estaba, pero primero pensé que se fue a la casa de su hermano Cacho a buscar verduras, como solía hacer. Él iba y se quedaba uno o dos días, por eso estaba tranquila. Pero el lunes no volvió, fuimos hasta lo de mi tío y nos dijo que papá no estuvo con él. Entonces hicimos la denuncia”.

Inmediatamente la familia y los vecinos iniciaron la búsqueda, aunque los días pasaban sin novedades favorables y “empezamos a pensar lo peor”, reconoció Mariana. Personal policial se sumó a las tareas de rastrillaje por chacras y arroyos. Nadie lo había visto, fue como si se lo tragó la tierra.

“Para mí es un milagro que papá esté vivo. Cómo aguantó tantos días sin comer”, se preguntó, al tiempo que ponderó: “Apenas se raspó un poco las piernas. Nada más. Tuvo un Santo aparte”. Ahí don Simon apuntó al autor de su infortunio: “Fue el Pombero. Un hombrecito petiso, de gorra y bastón. Me ató los pies y quería mi tabaco, pero no le di. Por eso me dejó en el monte”.

Mariana, la hija de Carlos, destacó el acompañamiento de los vecinos y efectivos policiales en la búsqueda. “La gente caminó kilómetros, todos estaban preocupados y nos ayudaron. Mi papá es una persona muy querida y todos sintieron lo que pasó. Así también quedaron contentos cuando le encontramos”, destacó.

Diego Fernández, sobrino del anciano, fue quien lo halló a orillas del arroyo, tras lo cual avisó a los uniformados que rastrillaban la zona. En tal sentido, Mariana se mostró sorprendida por la recuperación.

“Le llevaron al hospital de Oberá para las curaciones, le pusieron un suero y esa misma tardecita volvió a casa. Bajó unos cuantos kilos, pero ya está recuperando porque tiene buen apetito”, comentó satisfecha.

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