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Metieron preso al “Hombre de las mil Caras” y a su madre por estafa

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Alberto Humberto Capelli, de 38 años, fue condenado en 2011 por estafar a un vendedor de electrodomésticos. Cumplió su condena en un penal de  Córdoba, y mientras estaba recluido, conoció a un preso que recibió una pena mayor que la suya y que se convertiría en su próxima víctima.

A punto de salir de prisión, el “hombre de las mil caras” -como es conocido Capelli en la División Delitos Económicos de la Policía cordobesa- no tuvo mejor idea que engañar a su compañero en la cárcel y ofrecerle el supuesto contacto de una jueza que lo haría salir de prisión en poco tiempo.

 “Me largan antes, porque tengo un contacto en el Tribunal Superior de Justicia. Es caro, pero vale la pena”, le confió Capelli al recluso. La trama inventada por el estafador continuó por varios días. Le reveló detalles de cómo iba su proceso para ser liberado, hasta que en un supuesto “descuido”, le reveló el nombre de la magistrada que lo estaba ayudando: Marta Cáceres de Bolatti, vocal del TSJ.
Ante la solidez de los argumentos, la víctima nunca sospechó que en realidad Capelli estaba por cumplir su pena y le correspondía salir de prisión. Fue entonces cuando le pidió que contactara con la jueza.
El “hombre de las mil caras” le prometió hacer las gestiones necesarias. En octubre pasado, finalmente, Capelli salió libre, antes le prometió al otro preso que no se olvidaría de él.
Apenas pasaron 48 horas cuando recibió el llamado de la madre del preso que esperaba su ayuda. El estafador, aprovechando la ansiedad de la mujer, la contactó con su propia madre, Carmen de Capelli (60), y acordaron una cita.
Las dos mujeres se reunieron días después. La falsa jueza, junto a la madre del detenido, repasó el expediente de su hijo y le prometió llamarla a la brevedad con la noticia esperada: le anunció que liberar al preso antes de Navidad costaría 90.000 pesos. La mamá del detenido abonó un primer pago y se comprometió a completar el saldo en cuotas.
Sin conformarse con el engaño, la mamá de Capelli le exigió nuevos requisitos a su clienta. Le pidió otro pago y la entrega de un auto, un Renault Logan. Esta actitud generó desconfianza en la madre del detenido y en medio de su enojo, por la falta de resultados, fue a las oficinas del TSJ, en el Palacio de Tribunales I, en pleno centro cordobés.
Furiosa, exigió hablar con la vocal. “¡Qué no se esconda! Ya le pagué una buena cantidad de plata para que libere a mi hijo y ella no cumplió. ¡Quiero verla ya!”, dijo la mujer.
La mujer fue remitida a la División Delitos Económicos, donde se pudo comprobar que su descripción de la falsa jueza no coincidía con la verdadera y contó que había solicitado varios créditos para poder pagar el soborno.
Fue así que el jefe de esa división, comisario mayor Alejandro Mercado, montó un operativo que incluyó escuchas telefónicas y seguimientos. Finalmente, le pidió que acordara una nueva cita con los estafadores con la excusa de firmar los documentos de transferencia del auto.
El encuentro fue pactado en un bar ubicado en las inmediaciones de Tribunales I. La víctima se para a esperar a la falsa jueza, mientras que en otra mesa se ubicó Alberto Capelli para vigilarla. Mientras tanto, los policías monitoreaban toda la escena y apenas llegó la  falsa magistrada fue detenida junto a su hijo, acusados del delito de estafa.
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