Magdalena: El viernes 9 se conocerá el veredicto por la tragedia del Penal

Francisco Díaz

El Tribunal V de La Plata -integrado por los jueces Ezequiel Medrano, Carmen Palacios Arias y María Isabel Martiarena- dará a conocer, el viernes de la semana próxima, el veredicto del juicio a 17 guardiacárceles imputados por la muerte, en el 2005, de 33 presos durante una revuelta en la Unidad 28 de Magdalena.

En diciembre último, luego de los alegatos, todos los imputados pidieron la palabra y se declararon inocentes.

El abogado Darío Saldaño, representante del ex subjefe de la Unidad 28 Cristian Núñez, requirió la absolución por falta de pruebas para acreditar su participación en el delito que le imputan: “homicidio culposo”, y como planteo subsidiario (para el caso en que el Tribunal llegase a un veredicto condenatorio) que se aplique el principio jurídico que reza: “En caso de duda debe estarse en favor del imputado”. Como pedido subsidiario, que se condene a su asistido al mínimo del delito por el que se lo acusó.

Por su parte, el abogado Julio Beley pidió la absolución de sus asistidos.

Los defensores oficiales Cecilia Sicard y Ernesto Ferreyra pronunciaron sus alegatos, en los que solicitaron la absolución de los imputados. Y en subsidio condenas al mínimo por homicidio culposo.

La Fiscalía (a cargo de Florencia Budiño y Victoria Huergo) pidió 15 años de prisión para Raimundo Fernández (secretario del penal) y María del Rosario Roma (segunda jefa de guardia de seguridad exterior) y 12 para Jorge Martí (encargado de turno) que fueron quienes dispararon balas de goma contra los amotinados.

Además solicitó 11 años para Gualberto Molina y Gonzalo Pérez; 10 para Carlos Bustos, Rubén Montes de Oca y Juan Santamaría y 8 para Marcelo Valdivieso, Juan Zacheo, Juan César Romano, Marcos Sánchez, Eduardo Villarreal, Maximiliano Morcella y Mauricio Giannobile, y 5 años para el ex jefe del penal Daniel Tejeda, y 2 años y 4 meses para el e ex subjefe Núñez.

El 16 de octubre de 2005, 33 personas privadas de su libertad, y por lo tanto bajo custodia del Estado, murieron asfixiadas y quemadas en el incendio en el pabellón 16 de la Unidad Penal N 28 de Magdalena. El personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) había ingresado al pabellón con escopetas con munición antitumulto como respuesta a una discusión entre dos internos. Los agentes dispararon balas de goma a quemarropa, golpearon a los detenidos que se tiraban al piso y lanzaron a los perros contra ellos.

Tras la violenta represión, se inició un foco de incendio en el fondo del pabellón. Los penitenciarios se replegaron y cerraron la puerta con candado: encerraron a los detenidos en un pabellón en llamas, 33 murieron quemados y asfixiados. Las pruebas de la causa hablan de una acción deliberada que impidió que los detenidos pudieran salvar sus vidas.

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