Llegó un frente de frío polar:¿Podría nevar en la Provincia de Buenos Aires?

Francisco Díaz

Desde las últimas horas, una masa de aire de origen polar ingresó al territorio nacional desde el sur de Patagonia, provocando un marcado descenso de temperaturas.

Se espera que el aire muy frío continúe su desplazamiento hacia el norte, afectando a todo el país a partir de este jueves 23 y el viernes 24 de mayo. Como consecuencia, al menos hasta el lunes 27 de mayo, las temperaturas estarán muy por debajo de lo habitual para el mes de mayo.

En general, se esperan temperaturas mínimas entre -4 y 7°C, y temperaturas máximas en la tarde con valores entre 7 y 16°C.

Además, se prevén heladas moderadas a fuertes en gran parte del país y de la provincia de Buenos Aires, mientras que en algunas zonas de las sierras bonaerenses podría caer nieve.

nieve buenos aires

No es frecuente que se registren nevadas en la provincia de Buenos Aires, ya que la región tiene un clima templado con inviernos relativamente suaves y está situada en una zona costera, donde la temperatura del aire suele estar moderada por la presencia del mar. Sin embargo, no es imposible que nieve en el territorio bonaerense. De hecho, ha nevado en varias ocasiones a lo largo de la historia.

Para que caiga nieve en la Provincia de Buenos Aires, se necesita una combinación de varios factores:

Aire frío: La temperatura en todas las capas de la atmósfera, desde la superficie hasta la altura donde se forman las nubes, debe ser igual o inferior a 0°C. No es suficiente con que la temperatura en la superficie sea baja; si el aire en las capas superiores es cálido, los copos de nieve se derretirán antes de llegar al suelo.

Precipitación: Es necesario que se produzcan precipitaciones en forma de nieve. Esto significa que las nubes deben estar a una temperatura lo suficientemente baja como para que los cristales de hielo no se derritan y se transformen en gotas de lluvia.

Humedad: La presencia de vapor de agua en la atmósfera es fundamental para la formación de nubes. Cuanto más húmeda sea la atmósfera, más probabilidades hay de que se formen nubes que produzcan nieve.

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